La historia de la actual Semana Abanca, uno de los grandes referentes de la multináutica española, comenzó a escribirse en el año 2000. Aquel otoño, con el respaldo de Caixanova, la Autoridad Portuaria de Vigo y la Xunta de Galicia, veía la luz un proyecto que aspiraba a mucho más que organizar competiciones deportivas: buscaba recuperar una parte esencial de la memoria atlántica gallega y, al mismo tiempo, situar a la ría de Vigo en el mapa internacional de los grandes eventos náuticos. Su origen está íntimamente ligado a la conmemoración del tercer centenario de la Batalla de Rande (1702), decisiva en la Guerra de Sucesión Española y uno de los episodios navales más reconocidos de la historia europea. La propuesta prendió con fuerza en el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga Iribarne, convencido de que la efeméride debía ser también una oportunidad para impulsar el turismo náutico en temporada baja. Nacía así la Semana Caixanova, denominación inicial del evento, respaldada por numerosas personalidades del ámbito político, económico y deportivo. Desde su primera edición, la ría de Vigo acogió unidades de vela pesada, vela ligera, motonáutica y un incipiente ciclo cultural bajo un lema que se convirtió en símbolo: «Mil velas en la ría de Vigo». Una consigna que en la cuarta edición evolucionó hacia una declaración de principios: «juventud, deporte y cultura». El desarrollo de la Semana fue rápido y sostenido. El Meeting Internacional de Optimist llegó a reunir cerca de 500 embarcaciones procedentes de más de 20 países. Vigo acogió asimismo el Mundial de Platú, con un centenar de monotipos en competición. La ciudad se integró en el Circuito Europeo de Laser, y al calor del programa deportivo floreció un ciclo cultural de alto nivel con exposiciones, conferencias y mesas redondas lideradas por nombres de la talla de Dennis Conner o Germán Frers. La magnitud alcanzada hizo que la Xunta de Galicia, a propuesta del entonces concejal nacionalista Santiago Domínguez y con el respaldo del presidente socialista Emilio Pérez Touriño, declarase la Semana como «evento náutico estratégico de Galicia». Años más tarde, una votación popular celebrada en Barcelona la reconocería como referente indiscutible de la multináutica española. Las fusiones bancarias de la década siguiente marcaron un nuevo punto de inflexión. Con el nacimiento de Abanca, la Semana adquirió renovados bríos, ampliando su radio de acción más allá de Vigo. Desde entonces, el evento ha celebrado ediciones en las cuatro provincias gallegas, el Principado de Asturias y el Norte de Portugal, consolidándose como un programa multináutico único en la península. En estos 26 años de historia, la Semana Abanca ha acogido competiciones de prácticamente todas las disciplinas náuticas: vela infantil, vela ligera, vela olímpica, kayak de mar, piragüismo, remo de banco fijo y móvil, dragones, esquí náutico, wakeboard, wakesurf... Más de 52.000 deportistas de España, Portugal y de numerosos países han pasado por este proyecto que hoy es ya parte del patrimonio deportivo gallego. Lo que comenzó como un homenaje histórico convertido en evento deportivo, es hoy una institución consolidada. La Semana Abanca ha demostrado que Galicia es capaz de organizar, año tras año, un programa multidisciplinar de referencia, con impacto deportivo, cultural y turístico a ambos lados del Atlántico. Un proyecto nacido en la ría de Vigo que, 26 años después, sigue navegando con rumbo firme y prestigio creciente. La Semana Abanca es, sin lugar a dudas, el gran evento multináutico en el que se reúnen anualmente multitud de deportes y miles de participantes durate dos meses a lo largo y ancho de la costa gallega atlántica y de interior. Y todo esto es posible gracias a su creador, promotor y alma mater, Manolo Seoane, que es quién la ideó, la creó y la mantiene viva año tras año, organizándola gracias a Abanca y el apoyo de clubes y federaciones.

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