Mientras en Barcelona varios estamentos privados se lamentan de la precipitada e unilateral decisión del Ayuntamiento de la ciudad de no acoger una nueva edición, la 38ª edición de la Copa América ya está en marcha con Valencia que se ha postulado como posible sede y más posicionamientos posibles en Oriente Medio. A la negativa municipal ya se han opuesto grupos como la patronal Catalana Foment del Treball, la agencia de inversión privada Barcelona Global e incluso la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC) para lograr una nueva oportunidad de ser sede de la próxima edición. Si bien es cierto que desde algunos sectores políticos se atacó duramente la viabilidad de la Copa del América y el impacto negativo sobre temas como el aumento de los alquileres de las viviendas o de los pisos turísticos (un mal endémico de la ciudad que ya venía de mucho antes de que llegase la Copa), no se ha valorado aún el impacto televisivo del acontecimiento que según la organización ha superado en el 50 por ciento al de la última edición y podría haber llegado a los 1.400 millones de telespectadores en más de 200 países. Y tampoco se ha contabilizado el impacto económico en la ciudad, que se fijó en su momento en 1.200 millones de euros. Y hay que recordar que los equipos, con una media de 150 miembros y sus familias, han estado en Barcelona durante casi dos años con lo que esto representó para la economía local (alquileres, colegios, transportes, gastos corrientes, etc.) Dicho esto, y mientras se debaten cuestiones más políticas que efectivas, Valencia, a pesar de que el gobierno central no parece tan dispuesto a aportar 18 millones de euros al proyecto como hizo en Barcelona, los dirigentes institucionales parecen dispuestos a apostar por la iniciativa privada. En el Emirates Team New Zealand guardan un silencio absoluto, pero ahora es momento de recordar las declaraciones, pocos días antes del final de la edición de Barcelona del director del equipo, Matteo de Nora, mano derecha de Grant Dalton, director general del Team New Zealand y de la organización de la 37ª Copa del América. En declaraciones a los medios avanzó la posibilidad de que la Copa del America pudiese celebrarse en Oriente Medio. También apoyó la idea de Grant Dalton de una nueva edición en 2026, «¿por qué esperar?, los equipos necesitan saber si tendrán continuidad» . Y avanzó: «Oriente Medio si estará listo en dos años. En cambio, si volviéramos a Nueva Zelanda, y este es también un escenario, dos años no serían suficientes» . También destacó: «Deportes como motor, tenis, golf, atletismo o el fútbol ya han llegado allí. Oriente Medio no significa solo Arabia Saudita, también Bahrein, Dubai, Qatar, Abu Dhabi, Ras al-Khaimah o Omán. En el Golfo Pérsico han decidido apostar fuerte por el deporte o el turismo de calidad y esto ha abierto una nueva ventana en esa parte del mundo» . Hay que recordar que en la polémica 33ª edición de la Copa del América que se celebró en Valencia en 2010, durante el proceso legal entre el sindicato suizo Alinghi, defensor del título y el Oracle estadounidense, el Alinghi propuso, en agosto de 2009, Ras al-Kahimah como sede del enfrentamiento. Además los helvéticos habían entrenado ya allí y hablaron de que las condiciones de viento eran muy parecidas al del Mediterráneo. Pero la Corte Suprema de Nueva York, ante el hecho de que la Copa debía celebrarse en febrero de 2010, rechazó la propuesta ya que el 'Deed of Gift' (reglamento de normas de la Copa) prohibía enfrentamientos en el hemisferio Norte en el período desde el 1 de noviembre hasta el 30 de abril y solo habría un excepción si el desfío fuese en Valencia; como así fue. El equipo estadounidense Oracle se negó a competir en el Golfo Pérsico por seguridad, pero los Emiratos Árabes Unidos le recordaron que varios centenares de empresas de Estados Unidos operaban en sus territorios y que la seguridad de personas e instalaciones estaban totalmente garantizadas. De Nora también reveló, al respecto de la futura competición, «El formato de regatas en flota (todos contra todos) de la Joven Copa del América y la Copa Femenina, competiciones que se mantendrán en la 38ª edición, gustó mucho a los aficionados y si bien la Final de la Copa del América es una regata match-race (barco contra barco), la Copa Louis Vuitton o Torneo de Desafiantes podría ser en flota, simepre de acuerdo con el INEOS Britannia , el Challenger of Record -Primer Desafiante-, y la final en match-race como es habitual». Ya en el Protocolo de la 37ª edición se contemplaba que los AC75 (monocascos de 22,90 metros de eslora con 'foils') se mantendrían en la 38ª edición, pero «tendrán evoluciones y mejoras. La idea es tener más regatistas en las tripulaciones y menos 'cyclors', dotando a los barcos de más baterías para generar energía. »Más tripulantes también significaría crear un entorno con más oportunidades para las tripulantes femeninas «, concluyó De Nora. El debate está abierto y habrá que esperar a la auditoría que va a realizar la Fundación Barcelona Capital Náutica sobre estado de cuentas final de la 37ª edición. Lo que si es cierto es que la organización ha sido muy estricta en los gastos y si no hay desviaciones presupuestarias de última hora los 45 millones (54,5 con IVA) de inversión pública, que aportaron el Gobierno Central, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento, para acoger el evento no deberían verse incrementados por irregularidades presupuestarías.
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