Los barcos de seguimiento propulsados por hidrogeno han sido la gran novedad de la 37ª Copa América y algunos de sus equipos han desarrollados sus propias unidades, destacando la progresión del Orient Express Racing francés que ha dado un paso más en la investigación de este tipo de embarcaciones. Los llamados 'Boats Zero' o embarcaciones de hidrogeno de alta velocidad (HSV) -cada equipo de la 37ª Copa América debía contar con uno- eran las únicas embarcaciones de asistencia autorizada en la zona del campo de regatas. Tras haber finalizado su competiicón, el Orient Express Racing francés avanza ahora para crear una variante de barco a motor comercial totalmente ecológica. Stephan Kandler, fundador del K-Challenge, que apoya al equipo declaró: «La competición te hace más inteligente». Además de la intensa navegación, la exigencia del HSV supuso para nosotros una auténtica oportunidad para innovar« . Añadió: «El primer HSV sirvió como laboratorio para desarrollar la versión 2, que está dedicada al mercado comercial de embarcaciones costeras a motor de menos de 30 metros. El nuevo modelo que hemos diseñado se presentará en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Niza en junio de 2025». «Nuestro proyecto cuenta con el apoyo de la Secretaría de Estado del Mar francesa, tras la firma de un acuerdo de colaboración en materia de I+D que permitirá generalizar el uso de los elementos tecnológicos del barco de hidrógeno en el marco de la iniciativa France Mer 2030» , concluyó.. Cada participante de la Copa América dispuso de al menos un barco con 'foils', propulsado por pilas de combustible de hidrógeno de 160 kW, capaz de mantener una velocidad de crucero de 30 nudos (55 km/h) durante un mínimo de 150 millas náuticas (278 km), mientras que podía alcanzar una velocidad máxima de 50 nudos (90 km/h) durante más de una hora de navegación durante el día. K-Challenge Lab, el departamento de I+D del equipo K-Challenge, aceptó el desafío tecnológico junto con un consorcio europeo para desarrollar un catamarán de hidrógeno de 33 pies (10 metros) de largo que vuela sobre hidroplanos y diseñado por el arquitecto francés Philippe Briand, propulsado por dos celdas de combustible REXH2® acopladas a tres baterías de 63 kWh del especialista en hidrógeno EODev, y construido por el astillero italiano Bluegame. «Unimos fuerzas con un consorcio que trabajó con expertos durante meses para cumplir con estas especificaciones muy precisas» , explicó Antoine Carraz, director técnico del Orient Express Racing, quien construyó el AC75 de competiicón galo y supervisó la construcción del barco de hidrógeno. «Había varias limitaciones importantes que tener en cuenta. En primer lugar, la necesidad de navegar durante largos periodos a gran velocidad, lo que exige un rendimiento que los barcos propulsados ??únicamente por baterías no pueden alcanzar, ni siquiera en catamaranes con foils, debido al peso y al volumen que ocupan las baterías. De ahí la necesidad de una combinación de soluciones, incluido un sistema híbrido que utilice hidrógeno», detalló Carraz «Sabemos también que la forma y la superficie total del casco en contacto con el agua son factores clave en términos de eficiencia energética. De ahí el catamarán. Aunque la resistencia aerodinámica es menor en un hidroavión, no hay que olvidar la fase de despegue del barco, que consume mucha energía» . concluyó.
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