Glenn Asbhy: «A final de este año volveré a intentar batir mi récord»

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    El navegante australiano del Emirates Team New Zealand, Glenn Ashby, que el 24 de febrero de 2023, pilotando el vehículo terrestre 'Horonuku', estableció, con 225,58 km/h un nuevo récord mundial de velocidad terrestre con energía eólica, desveló en Barcelona que, «a final de este año voy a volver a intentar batir el récord en el mismo lugar e intentar dejarlo establecido en 250 km/h». Ashby, de 46 años, es toda una leyenda de la vela mundial. Medalla de plata en los JJ.OO. de Pekín 2008, tres veces ganador de la Copa del América (2010 con Oracle; 2017 y 2021 con el Team New Zealand) y 17 veces campeón del mundo. Anteriormente, el 11 de diciembre de 2022 ya lo había situado en en 222,43 km/h. rompiendo el récord anterior de 202,9 km/h del británico Richard Jenkins, vigente desde 2009. El vehículo terrestre llamado 'Horonuku', que en maorí significa «deslizarse rápidamente por la tierra» fue diseñado y construido por Emirates Team New Zealand. Es un vehículo terrestre con vela de ala dura de 14 metros de largo, único en el mundo de su tipo sin motores. En lugar de una vela convencional, 'Horonuku' usa una vela en ala rígida que produce un empuje, como el ala de un avión produce sustentación. Todo el vehículo está construida con materiales compuestos de carbono, además de las piezas metálicas utilizadas en los cojinetes del ala y las ruedas. Tiene una longitud de 14,20 metros, una manga máxima de 8,20 metros, la altura de la vela en ala es de 11,10 metros y su peso, 2800 kg. En su lado derecho monta un pod o vaina (con un peso de 300 a 1.000 kg) unido al chasis por un soporte ( para crear el llamado 'momento de adrizamiento' o anti vuelco). Monta 2 ruedas traseras en línea traseras de 18«, 1 delantera y 1 en el pod de 15». Ashby ha estado esta semana en Barcelona mostrando el vehículo, que está en Europa por primera vez, en el Salón Internacional ISE de Barcelona y reconoció que, «batir este récord fue lo más especial que he logrado en toda mi carrera; fue todo un desafío tecnológico y de ingeniería increíble, muy diferente a lo que es la Copa del América». El llamado 'Project Landspeed' empezó a fraguarse en secreto en octubre de 2020 y en mayo de 2022 fue presentado oficialmente en Auckland, junto al vehículo con el que iba a atacar el récord. Las pruebas estructurales y de sistemas del 'Horonuku' se realizaron en la base de las fuerzas aéreas neozelandesas en Whenuapai y fueron satisfactorias aunque, «se realizaron sobre asfalto y la velocidad no pudo ser la óptima por esa superficie aunque sabíamos que podríamos llegar al objetivo porque mejoramos mucho el diseño». En julio los integrantes del proyecto se trasladaron Australia para realizar el intento de récord en el lago Gairdner, el tercer mayor lago salado de Australia, con una longitud de 160 km, una anchura de 48 y 1,20 metros de espesor de capa de sal. Recuerda que, «nuestra sorpresa fue que al llegar había medio metro de agua en la superficie. En setenta y dos años no había llovido tanto en Australia y todo quedó en suspenso; fue muy frustrante para todos» . A pesar de todo se decidió seguir adelante porque las previsiones avanzaron que en un momento determinado a corto plazo tendrían las condiciones favorables. «Esperamos semana tras semana con esa esperanza, animándonos unos a otros. Fue una gran lección de perseverancia y compañerismo», apuntó Ashby. «Si no hubiese sido en ese momento no lo hubiésemos logrado, pero estábamos convencidos de que era posible y estuvimos haciendo la cuenta atrás de los días que iban quedando» . El proyecto le ilusionó desde el principio y aceptó ser el piloto del vehículo porque desde los siete años mi sueño era poder ser más rápido que el viento y este proyecto del equipo era fantástico y excitante. Batir el récord fue estresante, pero me sentí muy feliz y satisfecho no solo por mi, sino por todos los que participaron en el proyecto; pero sabía que aún se podía ir más rápido. Tras batir el récord del 11 de diciembre, parecía que sería imposible superarlo de nuevo y el equipo neozelandés ya lo preparó todo para volver a Nueva Zelanda con todo el material. «La sensación de estar al mando del 'Horonuku' es única e inenarrable», apunta el australiano, «es como conducir un coche de carreras que materialmente está deslizándose, controlando un avión, pilotando una moto y navegando a la vez; una sensación muy fuerte y vertiginosa». La temperatura exterior y la velocidad provocó que Ashby soportará en la cabina del vehículo una temperatura que llegó a los 72ªC. «Estaba preparado física y mentalmente, pero en algún momento pensé que no lo resistiría, pero y, la verdad, lograrlo fue como un regalo de Dios¡¡» . Dos días antes del traslado, Roger 'Clouds' Badham, meteorólogo del equipo, anunció que veía una posible ventana meteorológica para febrero de 2023. El equipo paralizó el traslado y volvió a prepararlo todo para un nuevo intento. Y ese día fue el 25 de febrero y Ashby llevó al 'Honoruku' a una velocidad de 225,58 km/h bajo viento de 23 nudos (42km/h) y 40ºC de temperatura. Cinco veces más veloz que el viento¡¡. En la Copa América de Barcelona no competirá con el Emirates Team New Zealand ya que realizara funciones de comentarista, pero advierte, «el equipo esta muy mentalizado en que puede hacer historia, ya que si vence aquí sumaría tres ediciones consecutivas algo que ningún equipo ha logrado hasta hoy» .

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