Que la vida sigue es un hecho. Se acaba un año y comienza otro y así desde el comienzo de la vida. Después del largo periodo en el varadero no he dejado de trazar singladuras para la navegación que ya he comenzado con el barco a punto y con fuelle para rato. Mirando cara al futuro tuve la precaución de ir tomando nota de algunos de los hechos que acaecieron en este periodo de refit, para poderlos analizar cuando de nuevo estuviera a flote y como ya lo estamos, pues aquí va un pequeño análisis cara a las nuevas rutas por las que navegare durante 2024. Elecciones a la vista. Después de las olimpiadas toca convocarlas, así que cuando le salga de ahí al actual presidente las convocará para dejar colocados a parte de sus colaboradores más estrechos, a pesar que los Juegos finalizan en agosto. De momento «radio pantalán» anuncia 3 candidaturas. La continuista encabezada por Chimo González Devesa, actual vicepresidente, que ya se mueve en ese sentido. Mientras, en Canarias se está fraguando otra independiente por parte de Rafael Bonilla, que está teniendo una brillante actuación en su gestión de la territorial de las islas, y como muestra un botón, la vela olímpica de Lanzarote -subiendo año tras año- y el Mundial de vela por naciones recientemente celebrado. Y aparece en el horizonte otra que sin haber sido ni tan siquiera rumoreada ya ha levantado una buena polvareda a favor y nervios en los de siempre. Por otra parte me alegro una barbaridad que la cantera de la vela oceánica española -la gran olvidada por la FEV- esté creciendo como lo demuestra el gran triunfo obtenido en la Mini-Transat recién celebrada. Esperemos que esta magnífica trayectoria siga su rumbo y no encuentre obstáculos que lo impidan. También esperemos con impaciencia que otros proyectos oceánicos españoles ya en marcha, acaben por concretarse y marcar el rumbo de salida, las expectativas y la colaboración mediática la tienen, ¿a qué esperan? Sigo con admiración a la vela oceánica francesa, también llamada «vela aventura», son únicos y los mejores. ¡Qué envidia!, sana envidia. Resulta que sale la regata Jacques Vabre con treinta y tantos Imoca 60 y los traen de vuelta desde el Caribe en otra regata oceánica a la que titulan «Regreso a la Base». No me digan ustedes que no es para estar aplaudiendo hasta con las orejas. También me ha gustado mucho la idea que ha tenido el Real Club Náutico de Palma de virar el rumbo de la Copa del Rey hacia la ORC. Hace mucho tiempo que debían haberlo hecho, pero nunca es tarde si la dicha es buena. La Copa del Rey tiene que volver a brillar de nuevo y ha comenzado el camino ojalá no se pare y aquí estaremos para colaborar en que así sea. Buenos vientos y singladuras para 2024.

Más...