La edición 2023 de esta venerada prueba oceánica contará con una heterogénea flota de 120 barcos y comenzará el 26 de diciembre desde la espectacular bahía de Sídney. Desde su creación en 1945, la Rolex Sydney Hobart se ha ganado un lugar de honor en el calendario de la vela mundial y es una cita ineludible del deporte en la última semana del año. Se trata de una regata épica cuya reputación trasciende las fronteras tradicionales de la vela y en la que Rolex identificó unos valores afines que justifican su patrocinio y apoyo incondicional desde 2002. Hoy constituye, junto a la mítica Rolex Fastnet Race, una de las piedras angulares de la larga relación de la relojera suiza con el deporte de la vela, que se remonta casi siete décadas. Tom Slingsby, Embajador Rolex y recientemente elegido Mejor Regatista del Mundo por tercera ocasión, conoce perfectamente el atractivo de The Great Race. El australiano, que participó en seis ediciones y ganó en tiempo real la de 2016, afirma: «Dentro de la vela oceánica, todo el mundo quiere poder decir que ha hecho la Rolex Sydney Hobart. Es uno de los grandes desafíos del mundo, que atrae a regatistas de todo el planeta y de todas las procedencias. Tanto si tratas de ganar como si buscas sólo completar el recorrido, a todos nos atrae la pasión por el mar y la enormidad de la tarea» . La regata de este año comienza, como es tradición, el 26 de diciembre, el conocido como Boxing Day. Una flota de 120 barcos engrosará la historia de una regata en la que han participado cerca de 60.000 regatistas y 7.500 veleros a lo largo de las 77 ediciones disputadas.Al frente de la batalla por la victoria en tiempo real destacan cuatro colosos de 100 pies de eslora (30,48 metros), el límite superior de acuerdo con las Instrucciones de Regata. Aspiran a la gloria de ser el primero en llegar a Hobart: el Andoo Comanche de John Winning Jr (ganador en 2022 y que cuenta a bordo con los cántabros Pablo Arrarte y Antonio 'Ñeti' Cuervas-Mons); el Law Connect de Christian Beck (con el canario Carlos Hernández); el SHK Scallywag del hongkonés Seng Huang Lee; y el Wild Thing 100 de Grant Wharington. Tampoco faltarán barcos que ya saben lo que es conseguir el título absoluto en tiempo compensado, como el Celestial (campeón en 2022) o el Alive (2018), y otros ilustres como el Caro del alemán Max Klink, que llega a Australia tras ganar de la histórica 50 Rolex Fastnet Race celebrada el pasado agosto. De Sídney a Hobart La Rolex Sydney Hobart es todo un acontecimiento en Australia que atrae a miles de espectadores que presencian la salida de la regata desde la costa o desde el agua, y que es retransmitida en directo por televisión. Su recorrido de 628 millas náuticas (1.163 kilómetros) entre Sídney y Hobart (capital de Tasmania) presenta varias características clave, entre las que destaca la travesía del extremo oriental del estrecho de Bass, una extensión de agua muy peligrosa en la que las condiciones pueden ser muy cambiantes: En una misma regata, los competidores se exponen a menudo al castigo de olas violentas y a periodos de frustrante lentitud. El tramo final, el tramo que remonta el río Derwent desde Storm Bay hasta Hobart, puede ser uno de los más exigentes, ya que las tripulaciones agotan sus últimos recursos físicos y mentales. Una vez cruzada la línea de meta, la colaboración y el apoyo del Royal Yacht Club of Tasmania garantizan una cálida bienvenida. Para los barcos que compiten por la victoria en tiempo real, el recorrido suele durar dos días, aunque los más lentos puden pasar hasta cinco jornadas en el agua. El récord de la regata, establecido en 2017 por LDV Comanche (hoy Andoo Comanche), está en 33 horas, 15 minutos y 24 segundos. Como muchas otras grandes pruebas oceánicas, la Rolex Sydney Hobart fue concebida por intrépidos regatistas no profesionales. Hoy es un crisol de barcos y tripulaciones que combina profesionales y amateur. Rolex se enorgullece de estar asociada con una regata que exige precisión, dedicación y el más alto nivel de rendimiento de los atletas y sus embarcaciones, cuyo organizador, el Cruising Yacht Club of Australia (CYCA), desempeña un papel clave para garantizar el futuro del deporte. Arthur Lane, Comodoro del CYCA, reflexiona sobre lo que significa competir en la regata: «El denominador común en la Rolex Sydney Hobart Yacht Race es un profundo entusiasmo por el deporte de la vela y la voluntad de ponerte a prueba contra tus iguales y contra los elementos. La regata tiene un atractivo perdurable y sigue inspirando a las nuevas generaciones. El estrecho apoyo de Rolex a lo largo de los últimos 21 años ha sido un factor significativo en su continua evolución» . Tom Slingsby, por su parte, aprecia la magnitud del evento: «Siento un gran respeto por todos los que compiten en alta mar. Es duro cuando hay mal tiempo y se navega contra el viento con 30 nudos de intensidad y grandes olas, día tras día, sobre todo en un barco pequeño. Es realmente duro, tanto mental como físicamente, y para mí estas grandes regatas oceánicas son lo máximo en competición a vela» . Al ganador absoluto de la Rolex Sydney Hobart 2023 en tiempo compensado le esperan la emblemática Copa Tattersall, un reloj Rolex Yacht-Master grabado con su hazaña y un lugar en la leyenda de la vela.
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