David Pino (Tarragona, 52 años), desde noviembre de 2022 es el director del Port Vell y Coordinador de la 37ª Copa América en el Puerto de Barcelona. Para muchos un 'mago' que convirtió en apenas un año el Port Vell en la sede de los seis equipos que competirán en aguas dela ciudad condal y asegura que, «el Port Vell sufrirá la mayor transformación desde los Juegos Olímpicos de Barcelona'92». Ingeniero de caminos, canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid (1994-1998, director de Ports Generalitat Zona sur de Catalunya (2000-2006), jefe de Proyectos y Obras de Ports de Baleares (2006-2007) y director de Planificación Territorial y Gestión Técnica de Concesiones del Puerto de Barcelona (2007-2023) y Profesor de Post grado Operaciones y Planificación Portuaria de la Facultad de Náutica de la UPC (2008-2017. En septiembre de 2021 Barcelona no estaba en la lista de candidaturas y seis meses era elegido sede del evento. ¿Cómo se pudo realizar un proyecto de esa envergadura solo en seis meses? -Solo recuerdo que, en enero de 2022, al volver de vacaciones de Navidad, el director General del Puerto, José Alberto Carbonell envió un correo electrónico a los ingenieros que llevábamos los temas de infraestructuras diciendo que tenía una petición para ubicar unas bases de Copa América en el Puerto. ¿Una sorpresa total? -Claro, aunque siempre nos llegan mil cosas a las que no hacemos mucho caso. En mi caso me lo tomé en muy en serio con mi equipo empezamos a mirar posibilidades, aunque, repito era una de las muchas peticiones que nos llegan. Encontramos espacios en el muelle adosado, donde llegan los cruceros y teníamos unos terrenos para una futura terminal de ferris. Esa fue nuestra primera propuesta. ¿No estaba eso muy alejado del centro y de los ciudadanos? -Si, pero esa fue la propuesta inicial que hicimos a Barcelona Global. Mientras tanto nos avisaron que la empresa que lleva los asuntos del Team New Zealand en Europa, Origin Sports venía a Barcelona. En esa visita vinieron para muchas cosas, también para hablar con las instituciones, especialmente del tema económico. Eso fue un jueves y el viernes, todo fue a un ritmo frenético, se convocó una reunión en la Generalitat. El presidente del puerto y el director general estaban en otra reunión en Ginebra y le toco a Ud. Representar al puerto. ¿Fue la reunión decisiva? -Les confirme que había espacio en el puerto, pero había otros temas que acordar y que parecían complicados. Ángel García, la persona que en ese momento era segundo de la presidenta de Barcelona Global Aurora Catá, quien también estaba en la reunión, intervino diciendo: «hoy es viernes y si el lunes no hay respuesta no presentamos la candidatura y será culpa del Ayuntamiento. ¿Y que pasó? -En que ese fin de semana hubo mucho movimiento y el lunes me llamó mi director y me comunicó que el Ayuntamiento apoyaba la candidatura. Pasaron los días y nos indican que Grant Dalton, director general del ETNZL, quien debía decidir la sede, venía a Barcelona y que ese día habría una reunión en el Puerto por la mañana y por la tarde se reunirá con todas las instituciones. Uds. ya tenían una carta ganadora: el cambio definitivo de las bases a la ubicación que ocupan hoy. ¿Cúando se lo decidieron? -La semana anterior a esto, José Alberto Carbonell me llamo para decirme que con la propuesta que habíamos hecho no íbamos a ganar y que había que ubicarlas en el Port Vell. Conteste que era imposible meter seis bases allí, a no ser que nos definieran como iban a ser las bases. Él me dijo que él había pensado en tres ubicaciones y yo, tras estar una noche en blanco proyectando cosas, en tres más. ¿Tema resuelto? -De entrada la situación de las bases afectaba a tres concesiones existentes y se llamó a las afectadas y aceptaron cedernos espacios, pero, en principio, todo debía estar listo a principios de 2024; y la ocupación iba a ser por solo seis meses. Todo eso se hacía en secreto y cuando llegó Dalton, le sacamos el proyecto del Port Vell y vimos que lo aceptaba, pero queriendo ver las ubicaciones sobre el terreno y visitarlas junto al Presidente del puerto, Damià Calvet, que fue el maestro de ceremonias y quien creyó siempre en nuestro proyecto. Tras la visita hubo la reunión con las instituciones en la Generalitat y se aprobó la candidatura. La candidatura de Barcelona ganó, pero les llegó otro problema. -Dos meses después, Grant Dalton nos pidió si es posible hacer un esfuerzo y adelantar un año la construcción de las bases, que en principio debían estar listas a principios de 2024 y aceptamos. En un mes hicimos una guía técnica de cómo los equipos debían hacer su base en Barcelona. En agosto de 2022 se distribuyeron las bases y en noviembre se nos entregaron los proyectos. En febrero de 2023, ya entregábamos el espacio de cada base con luz, fibra óptica, etc. El Team New Zealand que debía tener su base en el recinto del IMAX les dijo que aquello es muy grande y que no quería ir allí. ¿Y que hicieron Uds.? -Negociamos con Balearia, ya que su terminal iba a ser la base del ETNZL y aún tenía un año y medio más de concesión Lo mismo ocurrió con otras; todo el mundo nos ayudó y colaboró gratis, eso hay que decirlo. Se supone que el alquiler de los espacios tiene su beneficio económico para los concesionarios y para el puerto. -En el contrato de las bases, como en otras ediciones, se expone que están exentas de tasas en el 2024, tal como marca la ley al ser un evento de excepcional interés público. En las concesiones donde hay actividad económica como Marina'92 y otras, pagan un alquiler mensual solo en este año 2023. Los veinte proyectos que se están realizando en el Port Vell, con una inversión de 120 millones de euros ¿cómo se pagarán y que representan? -La mitad será inversión publica y la otra mitad, privada. Rerpesentan la apertura del puerto a la ciudadania y su modernizacion. Lo que queremos es que esta edición sea sostenible económicamente; es decir quedar más o menos a cero, y poder hacer una Copa América que no represente 'tirar' 400 millones de euros de los ciudadanos como paso en Valencia en 2007. El otro objetivo es la sostenibilidad ambiental. ¿Qué pasos se han dado? -Todo está en marcha y ne muchos casos ya se ha aplicado como puntos de carga de barcos de hidrogeno, que, en total, serán diez, uno para cada equipo y cuatro de la organización, tratamiento de aguas residuales regeneradas, proyectos de compensación de CO2 e instalación de placas solares, algo innegociable para nosotros y que nos ha costa mucho implantar y todas ya las tienen. Se habla de que Barcelona podría acoger también la siguiente edición, la 38ª. ¿Sería posible a nivel de infraestructura y con más equipos? -Dicen que podría ser en 2026 y como ya hemos aprendido sería una consolidación de un proyecto y una ientregración de los equipos en Barcelona. Si hay más equipos, dos o tres, podremos recibirlos porque estamos preparados y encontraremos espacio para ellos. -Desde su llegada a Barcelona en 2007 ha tenido cinco presidentes de la Autoridad Portuaria, todos cargos de distintos partidos políticos. ¿ Los técnicos no chocan con ellos? -En absoluto hay mucho entendimiento porque el puerto el puerto tiene proyectos a muy largo plazo y con mucha reflexión técnica. Aquí lso técnicos somos como en un hospital donde quien opera es un médico y en los puertos deben haber ingenieros de puertos. Todos los presidentes que pasan por aquí, cuando se van dicen que el nivel profesional que tenemos es espectacular. ¿Dónde esta el secreto? -Mire, aquí en los equipos directivos no hay políticos y ahí está la clave. Todos directores y subdirectores son técnicos de alto nivel, algo que no pasa en la administración.

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