Una pregunta mal formulada a la Mesa del Cogreso por el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y muy mal interpretada por la Ministro de Defensa, Margarita Robles ha desencadenado que el Gobierno de España haya parado una licitación de un velero, que la Armada Española venía gestionando desde hace mucho tiempo. Se trataba de un velero de 50 piés de segunda mano, con un casco de la división ORC y con la cubierta de un moderno TP 52, y se había proyectado de esta manera para ahorrar los 3 millones que cuesta un Transpac 52 de nueva generación. La Armada no quería en ningún momento un barco nuevo, lo que pretendía era optimizar uno de los que hay en el mercado y adaptarlo a la División ORC. Tweet del PNV El malentendido ha estado en que tanto el PNV como la Ministro han dado por hecho que el 50 pies era para uso y disfute del Rey Felipe, y hay que aclararle al PNV y a la Ministro, en la ignorancia de ambos, que todos los barcos de vela de la Armada Española son de las Comisiones Navales de Regatas y se utilizan para la educación y el entrenamiento de las dotaciones que en cada momento están en los sectores navales. El Rey, que es el Jefe del Estado y Capitán General del ejercito español, también es la máxima autoridad de la Armada Española, por lo que puede utilizar cualquiera de los barcos que ésta tiene en su poder. El actual «Aifos», es el último barco que adquirió la Armada, un viejo TP52 de tiene ya 20 años, por lo que ya le corresponde pasar a la reserva. También ha regateado en la saga «Sirius» y en el maxi «Hispania», y en ningún momento nadie ha pensado que estos barcos eran de su propiedad. Es más, el Rey Felipe lleva unos años regateando en el «Aifos» solamente en la Copa del Rey de Palma de Mallorca durante sus vacaciones, porque su agenda no le permite hacerlo en más ocasiones, pero el «Aifos» navega en otras regatas a los mandos de Jaime Rodríguez Toubes, que es el patrón de la nave, como por ejemplo en el Trofeo de la Reina de Valencia. Los barcos de la Armada Española tienen como armador a la propia Armada, tienen un patrón que designa la Comisión Naval de Regatas, un caña, y una dotación, en la que en algunos casos pueden unirse marineros retirados o civiles, pero el barco, para información del PNV y de la Ministro, no tiene más dueño que el propio Ministerio de Defensa, que es quien lo paga. La Armada Española es uno de los grandes viveros que siempre ha tenido la vela española, de donde han salido grandes regatistas de crucero, olímpicos y oceánicos, y por supuesto el Rey Felipe, que lleva desde los 15 años regateando en barcos de las Comisiones Navales de Regatas. En la actualidad cuentan con un total de 43 embarcaciones distribuidas entre la Escuela Naval de Marín y las Comisiones Navales de Regatas de Ferrol, Cádiz, Cartagena, Baleares y Canarias.

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