María Torrijo, PRO de las 52 Super Series y por tanto del del Rolex TP52 World Championship 2023, lo intentó como siempre hace, pero el viento no quiso aparecer en lo que fue el campo olímpico de regatas y en lo que muy probablemente, si los políticos no lo echan a perder, el campo de regatas de la próxima Copa América. Mal estreno en el agua del Rolex TP52 World Championship, pero espectacular el montaje que Agustín Zulueta y su equipo han realizado en las instalaciones de la Marina Vela de Barcelona, un sitio espectacular con buenos pantalanes, buenas infraestructuras, un trato cordial y con la bocana del puerto a pocos minutos de los amarres. El sitio ideal para amarrar cualquier embarcación, así como el sitio ideal para organizar el Rolex TP52 World Championship siempre que no se haga en el mes de agosto. El calor es sofocante y al no haber el viento mínimo para comenzar la regata, el Comité con muy buen criterio, puso la bandera de aplazamiento en tierra y la aguantó hasta la una de la tarde, que mandó que la quitaran y los equipos salieron a agua. Había que intentarlo y así se hizo. Minutos antes de las cuatro de la tarde, ordenó que la flota amarrara de nuevo en la Marina Vela. Este contratiempo estaba previsto en los partes meteorológicos. El exceso de temperatura del agua no deja saltar el viento térmico que suele haber en esta zona. Pero la vela es así. Un deporte de espera cuando no hay, y de desesperación cuando abunda el viento. En la larga espera del aplazamiento en tierra tuvimos la oportunidad de deleitarnos con la visión de una mesa en la que estaban de tertulia nada más y nada menos que Luis Doreste, Guillermo Parada, Vasco Vascotto, Santiago Lange, David Vera, Cole Parada y Pablo Torrado. Un despliegue de palmarés, que no navegan juntos, pero que se entienden a la perfección y tratan de aprender unos de los otros. Terry Hutchinson, en la popa del Quantum Nico Martínez La previsión para mañana miércoles es un poco mejor, aunque tampoco se esperan vientos de intensidades muy fuertes. María Torrijo, Oficial Principal de la Regata, declaró «Hoy se cumplió lo que indicaba el parte: que el viento iba a ser muy flojito. Es una situación que pasa en Barcelona, también mucho en Valencia, por eso lo conozco tan bien, y es que cuando hay un viento de gradiente de Levante flojo, pelea con el térmico, y al final no se establece ni el gradiente de Levante ni el térmico, que normalmente es de Sur-Suroeste. Cuando yo salí al agua, aunque dejé a la flota amarrada en tierra, encontré ocho nudos del 130º, que parecía que se iba a ir hacia un térmico. Y me animé, me tiré a la piscina y saqué a la flota al agua. Pero, una vez fuera, la brisa empezó a jugar: venía una racha de Levante, moría; venía un poco de térmico, moría… Y al final no pudimos hacer nada y envié la flota de regreso a tierra». La alicantina, apostilló: «Las tripulaciones entienden que lo hayamos intentado, especialmente porque cuando salieron todavía había un poco de ese viento que encontré yo por la mañana. Es verdad que hace demasiado calor, y la idea no es precisamente estar muchas horas en el mar esperando el viento». Y es optimísta: «La previsión mejora para el resto de la semana, comenzando mañana: como no va a haber ese viento de gradiente, sólo vamos a tener que esperar a que se establezca ese térmico. Mañana por la tarde, a las dos o tres, ya da diez o doce nudos del Sur-Suroeste. Es lo que esperamos para el resto de la semana».

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