Las regatas se deciden a menudo por unos pocos metros o segundos, por lo que los errores se castigan sin piedad. La ausencia de descartes exige a los equipos rendir a un alto nivel de forma constante a lo largo de todo el campeonato. El ganador suele ser el equipo más regular a lo largo de los cinco días de regata, en los que se disputarán un máximo de 10 pruebas. El brasileño Robert Scheidt, Embajador Rolex y cinco veces medallista olímpico, conoce bien el evento: «No hay margen para el error en ningún momento. El nivel de la competición es de categoría mundial. La concentración, la táctica y el trabajo de la tripulación tienen que ser perfectos. El ideal de luchar constantemente por la excelencia hace que el campeonato encaje de forma natural en el dosier de eventos de vela Rolex». El requisito de un trabajo en equipo impecable significa que la concentración y el compromiso son esenciales en cada regata. La sinergia se deriva de muchas horas navegando juntos, estableciendo una comunicación eficaz, una confianza absoluta y la voluntad de hacer lo que sea necesario en apoyo de los compañeros de tripulación.Los armadores de TP52 son navegantes comprometidos y apasionados. Puede que sean regatistas aficionados, pero para competir a un nivel tan elevado deben estar altamente cualificados. Aunque cuentan con la experiencia de sus tripulantes profesionales, muchos de los cuales han competido en SailGP, los Juegos Olímpicos o la Copa América, también deben mostrar habilidad en su papel de timonel. El campeón olímpico australiano Tom Slingsby, dos veces elegido Rolex World Sailor of the Year, tres veces ganador de SailGP y táctico habitual del evento, explica por qué las tripulaciones deben rendir al máximo nivel: «Te enfrentas a los mejores equipos y a los mejores tácticos del mundo. Es una línea muy fina, y eso es sólo la parte de la regata. También hay que pensar en el recorrido: dónde hay mejor corriente, de qué lado hay mejor viento, cuál es el mejor role. Hay muchas piezas del rompecabezas que encajar si quieres hacerlo bien» . Una de las ventajas de la regata es su formato. Participa una flota internacional de monocascos de 52 pies (15,85 metros) de eslora conocidos como TP52. No hay hándicap. El primer barco en cruzar la línea de meta, gana. La clase TP52 se creó en 2001 para ofrecer regatas de alta calidad, emocionantes, seguras y fiables. Durante más de 20 años, este objetivo no ha cambiado. La clase se ha mantenido a la vanguardia de los grandes premios de vela gracias a una gestión ejemplar y a un desarrollo controlado que sigue el ritmo de los avances en materiales y tecnología. La piedra angular es la box rule (regla de la caja). Para ser elegible, un barco debe encajar en una caja de dimensiones que abarcan, entre otros elementos, la eslora, el calado y la superficie vélica. Las regatas del Rolex TP52 World Championship duran entre 45 minutos y una hora. Las salidas son tan reñidas como emocionantes de ver. En una competición tan igualada, las tripulaciones son conscientes de que una ventaja temprana puede resultar decisiva. Cuando la flota converge en cada baliza, el manejo del barco se pone a prueba bajo una presión extrema. En la recta final hacia la meta, los equipos se ven obligados a asumir riesgos tácticos para asegurar el mejor resultado. A lo largo de cada campeonato, es habitual que más de la mitad de la flota gane al menos una de las diez regatas, prueba evidente del alto nivel de la competición. Sin embargo, sólo un equipo puede alzarse cada año con el prestigioso título mundial. Las tres últimas ediciones fueron ganadas por tres tripulaciones diferentes: el alemán Platoon de Harm Müller Spreer (2019) y los estadounidenses Sled de Takashi Okura (2021) y Quantum Racing de Doug DeVos (2022). Todos demostraron la excelencia necesaria para destacar en el campeonato absoluto del mejor circuito de monocascos del mundo. Rolex y su relación con el mundo de la vela Rolex siempre se ha asociado con actividades motivadas por la pasión, la excelencia, la precisión y el espíritu de equipo. De manera natural, Rolex ha gravitado hacia la élite de la navegación a vela, formando una alianza que se remonta a la década de 1950 con los más prestigiosos clubes, eventos, regatas y destacadas figuras del deporte como el pionero oceánico Sir Francis Chichester o el regatista olímpico más laureado de la historia, Sir Ben Ainslie. Hoy, Rolex es patrocinador principal de 15 de los más importantes eventos internacionales de vela: Desde emblemáticas regatas oceánicas como la Rolex Sydney Hobart (Australia) o la bienal Rolex Fastnet Race (Reino Unido y Francia), pasando por competición grand prix del más alto nivel como el Rolex TP52 World Championship o magníficas reuniones como la Maxi Yacht Rolex Cup (Italia) o la Rolex Swan Cup (Italia y Caribe). También apoya el espectacular circuito SailGP, en el que equipos nacionales compiten a bordo de catamaranes voladores F50 en algunos de los puertos más impresionantes del mundo. La estrecha relación de la relojera suiza con clubes como el Cruising Yacht Club of Australia, el Royal Ocean Racing Club, el Yacht Club Costa Smeralda, el New York Yacht Club o el Royal Yacht Squadron constituye la base de la perdurable relación de Rolex con este apasionante deporte.
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