Hay cosas y personas con grandes méritos que pasan de puntillas. Y más en nuestros tiempos, cuando el sobredimensionado ruido mediático y en redes sociales exageran su importancia y trascendencia. La pasada semana finalizó el Campeonato del Mundo de Optimist organizado en el Camping La Ballena Alegre. Situado en Sant Pere Pescador y con la bahía de Roses como escenario, el mundial fue un éxito apabullante. La presencia de 248 chavales representando a 56 países es un hito deportivo jamás antes alcanzado en España. Pero no solo en nuestro deporte, si no en cualquier otra competición deportiva. Su alma mater es Panxo Pi-Sunyer, quien en 1985 empezó a organizar allí su concentración de windsurf. El buen entendimiento con el resort propició que desde los 90's tuvieran una prueba del PWA Tour durante 20 años. También llegaría por tres veces una entonces pionera prueba del mundial de KIte Surf y un mundial de 29er. Siendo este último un evento de vela ligera exitoso, se animaron con un mundial de F18, otro de Hobby Cat, y luego optar al campeonato de Optimist. Tres fueron los intentos, hasta que la constancia de su propuesta tuvo recompensa haciendo bueno que a la tercera va la vencida. Cuando hace algunos meses Panxo Pi-Sunyer me hablaba del evento, me permití comentarle el gran reto de comunicación que podían afrontar. Entonces me explicó su filosofía y la del propietario del camping: hacer las cosas lo mejor posible, mantener su reputación como organizadores y despreocuparse del «ruido». Con asombro escuché el poco ímpetu que recibían de los distintos estamentos deportivos para un evento de esta magnitud. Huyendo de grandes patrocinadores en sus eventos, supongo que no tienen presión alguna de hacer ruido mediático, como tampoco que no sean una empresa organizadora ni busquen una plataforma de proyección personal. El sentimentalismo por contribuir a la difusión de la vela intuyo que no va más allá de su «obras son amores», y que eso es tema de otros negociados, como las respectivas federaciones y clases nacionales. De lo que si están muy satisfechos es de los objetivos cumplidos para las entidades locales que han colaborado con ellos. ¿Qué el campeonato ha pasado de puntillas? Creo que sí, tal como se lo hice saber. ¿Qué el campeonato ha sido un éxito? Afirmo que sí por su participación, amén de lo visto en una corta vista a la La Ballena Alegre, donde a pesar de dos días sin competir porque oleaje impidió salir desde la playa los estaban chavales contentos. El mundial 2024 clase Windsurfer, su próximo reto. Que esta clase decida volver tras haber celebrado allí un europeo hace varios años prueba la calidad del campo de regatas, su organización y del resort. Que, por cierto, ha recibido del prestigioso ADA alemán la consideración al más sostenible de Europa.
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