No se trata sólo de producir un barco más rápido que sus principales rivales en la cima de la flota IMOCA, sino también de crear algo que sea mejor que el antiguo barco de Dalin, con el que disfrutó de una espectacular racha de éxitos. El equipo que ha asumido este reto para el bicampeón de las IMOCA GLOBE SERIES y vencedor de la última Vendée Globe, está dirigido una vez más por el arquitecto naval francés Guillaume Verdier, la gestión del proyecto por MerConcept y la construcción por CDK Technologies en Port-la-Forêt. El director técnico del proyecto -el nuevo barco se llama MACIF Santé Prévoyance y fue botado por primera vez en Concarneau el sábado- es Guillaume Combescure, de MerConcept. Admite que el antiguo barco, Apivia, es una referencia de rendimiento inevitable. «Sí, con el Apivia no podemos hacerlo peor, tenemos que hacerlo mejor, pero no es una presión», dijo a la Clase. «Se trata más bien de considerar que estamos empezando de nuevo con bucles de desarrollo y mejora y análisis. Seguro que Charlie fue uno de los líderes de la IMOCA la temporada pasada, pero tenemos margen de progresión.» Combescure afirma que Dalin es el patrón ideal con el que trabajar en un barco nuevo que el patrón originario de Le Havre espera que le lleve a la victoria absoluta en su segundo intento en la Vendée Globe el año que viene. «Ha sido muy emocionante e interesante porque Charlie es arquitecto naval y se ha implicado mucho en el diseño. Siempre estaba pensando en los problemas que intentábamos resolver y aportando un ángulo de enfoque diferente o una idea nueva, y siempre siendo coherente. También sabe confiar en los chicos, así que se implicó mucho y estuvo presente, pero también nos escuchó a nosotros y a todo el equipo, así que Charlie tiene el equilibrio perfecto» . A estas alturas de la evolución de las reglas de la clase, y con la relativa madurez de los últimos diseños, Combescure sostiene que no existe una fórmula mágica cuando se trata de barcos nuevos y que, en su lugar, los equipos de diseño y construcción buscan una serie de ganancias marginales. «Desde mi punto de vista -y puede que no sea compartido- no se puede dar un gran paso», explica. «Eso es lo que dificulta el trabajo. Hay que dar pequeños pasos en todos los ejes del desarrollo. Eso es lo difícil: no se puede hacer una revolución» . Con este barco, los pequeños pasos incluyen el perfil del casco, que acentúa aún más el volumen en la proa, y los perfiles del foil, diseñados para optimizar el rendimiento en todos los ángulos de viento. «La forma del casco es obviamente diferente y sigue la evolución de tener más volumen en la proa, pero manteniendo algo de potencia en el casco. Con los foils intentamos ganar en empopada sin perder demasiada potencia al alcanzar y ceñir» , resume Combescure. La otra área principal de trabajo ha sido el desarrollo de una bañera central protegida, con la zona de estar y navegación justo detrás, no delante. «La cuestión era que Charlie quería tener una zona de estar central y no tener que cambiar de posición con cada virada o cada trasluchada. Eso fue lo primero. Luego teníamos que mejorar la transferencia entre la bañera y la zona de estar para que pudiera relajarse o hacer la navegación en el ordenador del asiento sin estar completamente fuera de la bañera. Teníamos dos opciones: la zona de estar delante o detrás de la bañera, y optamos por detrás para poder mantener la bañera central. Es realmente compacto, con un solo cabrestante». Sin embargo, en lo que respecta al confort general, Combescure admite que el nuevo MACIF Santé Prévoyance va a ser otro viaje duro para su apacible pero muy competitivo patrón de 39 años. «Sinceramente, creo que va a ser igual que los demás barcos en lo que respecta a la comodidad... el barco va a ser tan salvaje como los demás», afirma Combescure. «Pero estamos seguros de que la evolución del casco y de los foils, pero sobre todo del casco, darán más volumen al barco y lo harán más marino. No estoy seguro de que sea amable con Charlie, pero el barco cabalgará las olas y no se hundirá...». Combescure afirma que hay mucho margen para seguir mejorando el rendimiento con el reglamento actual de la Clase, aunque es poco probable que se produzca un paso masivo de una sola vez. «Siempre tenemos la sensación de haber llegado al límite y a la interpretación óptima de la regla, pero el tiempo pasa y la generación que sigue encuentra alguna mejora» , afirma. «Aunque la norma no cambie, el progreso seguirá en marcha y no creo que nunca encontremos el óptimo: siempre habrá algún margen de mejora». Y en general, ¿está contento de que hayan superado el reto de producir un barco para uno de los mejores patrones de la clase? «Sí, estamos esperanzados» , afirma Combescure. «Hemos hecho todo lo posible para ser más rápidos que los demás. No significa que lo vayamos a ser, pero está claro que es el objetivo y la meta de todos».

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