<img align="left" src="https://static1.abc.es/media/deportes/2022/12/23/ifarra-kWSC--620x349@abc.jpg">Se nos ha ido otro de los grandes, Enrique Fernandez Galve, nuestro querido Kike “El Bigotes”, así de repente esta mañana me llama Victor Unzueta, y me comenta un lacónico, te tengo que dar una mala noticia, nuestro Kike se nos acaba de ir, me quedo de piedra, ya que aunque últimamente parecía que había mejorado un poco de esa maldita enfermedad, al final ha acabado llevándoselo. Rápidamente llamé a Pablo Benjumeda que es quien ha estado junto a Kike hasta el último momento y me comenta que sí, que desgraciadamente el bueno de Kike ya navega con su Mephisto por esos inmensos océanos donde solo lo hacen los elegidos y los grandes, porque Kike era un grande uno de los más grandes y me queda el recuerdo de este mismo verano cuando en Puerto Sherry nos dimos un fuerte y entrañable abrazo después de unos años sin vernos.
Kike fue una persona entrañable y genial, y algunos dirán, si cuando se nos va un amigo siempre hablamos bien de él, pero no es este el caso porque el polifacético Kike fue y será siempre eterno. Lo conocí hace muchos años, cuando vino al Puerto como chofer, confidente, mecánico y todo lo que os podáis imaginar, del por aquel entonces autobús transformado en roulotte, donde se desplazaba Angel Nieto, a correr por esos circuitos europeos entre ellos el de Jerez.
Su arrolladora personalidad enseguida te enganchaba y era imposible decirle que no. Tantas horas a bordo de su “Ifarra” y algún que otro viaje en su famosa moto “Natacha”, darían para escribir un divertido libro muy extenso de vivencias y anécdotas.
Tanto por su profesionalidad en sus trabajos como por su extrovertido carácter, Kike caía bien en todos los sectores y a todas las personas, fue patrón de algunos de los barcos de su gran amigo Ricardo Urgel, que aparte de navegar por aguas Ibicencas, siempre era el elegido para cruzar el Atlántico unas cuantas veces destino al Caribe, recuerdo con orgullo y nostalgia que solo ponía una condición mi último puerto antes de cruzar tenía que ser Puerto Sherry.
Fue amigo de sus amigos y jamás le vi una mala cara ni un mal gesto con alguien a lo largo de los muchos años que estuvimos en contacto. El me comentaba que desde pequeño, cuando a su padre que era médico especialista en enfermedades tropicales le destinaron a Arcos de La Frontera, le engancho esta tierra y desde entonces presumía de ella y vivía como un portuense y un andaluz más igual que lo hizo después cuando se asentó en Ibiza.
Querido Kike, nuestro querido “Bigotes”, somos muchos los que nos hemos quedado jodidos, pero a la vez sabemos que con tu Mephisto y navegando por donde estés, siempre nos echaras una mano, pero ten clara una cosa te vamos a echar, mucho pero que mucho de menos. “Bigotes” descansa en paz te lo has ganado de sobra amigo.
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Kike fue una persona entrañable y genial, y algunos dirán, si cuando se nos va un amigo siempre hablamos bien de él, pero no es este el caso porque el polifacético Kike fue y será siempre eterno. Lo conocí hace muchos años, cuando vino al Puerto como chofer, confidente, mecánico y todo lo que os podáis imaginar, del por aquel entonces autobús transformado en roulotte, donde se desplazaba Angel Nieto, a correr por esos circuitos europeos entre ellos el de Jerez.
Su arrolladora personalidad enseguida te enganchaba y era imposible decirle que no. Tantas horas a bordo de su “Ifarra” y algún que otro viaje en su famosa moto “Natacha”, darían para escribir un divertido libro muy extenso de vivencias y anécdotas.
Tanto por su profesionalidad en sus trabajos como por su extrovertido carácter, Kike caía bien en todos los sectores y a todas las personas, fue patrón de algunos de los barcos de su gran amigo Ricardo Urgel, que aparte de navegar por aguas Ibicencas, siempre era el elegido para cruzar el Atlántico unas cuantas veces destino al Caribe, recuerdo con orgullo y nostalgia que solo ponía una condición mi último puerto antes de cruzar tenía que ser Puerto Sherry.
Fue amigo de sus amigos y jamás le vi una mala cara ni un mal gesto con alguien a lo largo de los muchos años que estuvimos en contacto. El me comentaba que desde pequeño, cuando a su padre que era médico especialista en enfermedades tropicales le destinaron a Arcos de La Frontera, le engancho esta tierra y desde entonces presumía de ella y vivía como un portuense y un andaluz más igual que lo hizo después cuando se asentó en Ibiza.
Querido Kike, nuestro querido “Bigotes”, somos muchos los que nos hemos quedado jodidos, pero a la vez sabemos que con tu Mephisto y navegando por donde estés, siempre nos echaras una mano, pero ten clara una cosa te vamos a echar, mucho pero que mucho de menos. “Bigotes” descansa en paz te lo has ganado de sobra amigo.
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