<img align="left" src="https://static1.abc.es/media/deportes/2022/08/27/mahon-ktSH--620x349@abc.jpg">La caída del viento en la segunda mitad de la regata marcó hoy la penúltima jornada de la XVIII Copa del Rey de Barcos de Época, organizada por el Club Marítimo de Mahón, y privó a los aficionados menorquines de presenciar una nueva llegada en puerto. El Comité, con buen criterio, optó por acortar las pruebas y establecer el final de la travesía en la bocana de la rada mahonesa. Los barcos de la clase Época (divididos en las categorías Cangreja y Bermudiana en función de su aparejo) realizaron un triángulo de unas 13,5 millas doblando por babor la Isla del Aire. El resto de embarcaciones (Big Boats, Clásicos y Espíritu de Tradición) realizaron un recorrido casi idéntico y vieron reducida su regata de 23 a 14 millas
Las cinco salidas -una por cada clase- se dieron puntuales a partir del mediodía con viento flojo del norte de 7 nudos. La intensidad osciló bastante a lo largo de los dos recorridos. El anemómetro marcó su racha más alta en la Isla del Aire, donde se registraron diez nudos. La dirección roló de 10 a 40 grados, fruto de una situación meteorológica muy inestable, con cielo encapotado y unos altos niveles de humedad en el ambiente.
ÉPOCA CANGREJA
Hay barcos que se ven favorecidos por los vientos fuertes y otros por todo lo contrario. Esta diferencia se hizo patente, sobre todo, en la categoría Época Cangreja (la que concentra a las unidades más antiguas de la flota, con aparejo trapezpoidal), donde el Scud (1903), de Patrizio Bertelli, patroneado por el pentamedallista olímpico Torben Grael, se vio superado hoy en nada menos que diez minutos en tiempo compensado por el americano Spartan (1913), del skipper Justin Burman, que pasa a liderar la clasificación general merced a la ventaja que le otorgó su mayor eslora y superficie vélica. Ambos veleros fueron diseñados por Nathael G. Herreshoff, el Mago de Bristol, y se encuentran empatados a tres puntos a falta de la disputa de una sola prueba para el término de la competición. El Scud se mantiene igualado con su máximo rival por muy poco, dado que obtuvo una renta de apenas 19 segundos sobre el Chinook (1916), del armador Paolo Zannoni, que ocupa la tercera plaza con seis puntos.
A su llegada a puerto, Burman, muy satisfechó, elogió el trabajo de su tripulación: “A pesar de las condiciones cambiantes, creo que el equipo ha hecho un trabajo muy bueno; ha sido una regata muy táctica por el viento cambiante y un desafío para todo el mundo. En estos casos es muy importante mantener la concentración para navegar de manera óptima”
El Giraldilla, de Valle de la Riva
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Nico Martínez
ÉPOCA BERMUDIANA
La clasificación general de la clase Época Bermudiana (veleros botados hasta 1950 con aparejo triangular) sufrió el efecto de una coctelera. El líder tras la primera jornada, el Fjord III (1948, German Frers), cruzó la línea de llegada en la octava posición y retrocedió hasta el cuarto puesto de la general. El Comet (1916, Olin Stephens), con dos terceros, se colocó al frente de la flota, con el Rowdy (1916, N.G. Herreshoff), de la armadora Donna Dyer, pisándole los talones a un solo punto de distancia. Varuna (1930, Sparkman & Stephens), propiedad de Jens Kellinghusen, por el que ayer nadie hubiera apostado, escaló de la séptima a la tercera plaza y ahora tiene posibilidades incluso de obtener la victoria.
William Scott Perry ya había advertido por la mañana, poco antes de hacerse a la mar, de que el nivel de la clase Época Bermudiana es muy alto, el más elevado de los últimos años, y cualquier pequeña cesión podía verse reflejada en la clasificación.
Zaki Karossane, tripulante del Comet, aseguró estar "feliz" con el rendimiento del barco: "Hoy ha sido un día muy táctico, con un viento muy cambiante por la diferencia de temperatura entre el agua y la tierra. Ha sido un día duro y mañana también lo será, porque se espera viento fuerte. Nuestro objetivo es acabar por delante del Rowdy".
BIG BOATS
En la clase Big Boats, donde se citan los gigantes de la flota, el Sumurun (1914, William Fife III), de Alain Moati, tomó la delantera gracias a su victoria de hoy, que le sitúa con tres puntos. El escenario, a falta de una prueba, es idéntico al de la clase Época Cangreja: el segundo clasificado, Viveka (1929, Frank Paine), patroneado por Gery Atkins, está empatado con el líder y cualquiera de los dos puede llevarse la gloria . Ambas embarcaciones se han estrenado este año en la Copa del Rey de Barcos de Época. Sumurun es un inconfundible diseño de William Fife III, cuyas popas redondeadas y líneas curvas hacen que los barcos surgidos del famoso astillero escocés sean reconocibles a primera vista. La tecera posición provisional es para otro Fife, el Hallowe’en (1926), de quien el propio arquitecto naval dijo que era el más bello de sus barcos. Mariette (1915, Herreshoff), el barco de mayor eslora y desplazamiento de entre los 49 reunidos en Mahón, sufrió especialmente la jornada de poco viento y terminó cuarto, posición que ocupa también en la general.
Elodie-Jane Mettraux, directora del equipo Sumurun, aseguró que la jornada fue muy positiva para su barco pese a que las condiciones no eran las mejores: “Hemos tomado algunas buenas decisiones tácticas, por ejemplo, elegir la salida por el lado izquierdo del campo de regatas. Estoy muy contenta con el trabajo del equipo, aunque aún tenemos muchas aspectos que mejorar en maniobras. Espero que mañana haya más viento y poder conservar la primera posición”.
CLÁSICOS
La noticia del día en la categoría de Clásicos (barcos botados entre 1950 y 1976) fue la victoria parcial del Encounter (1976, Germán Frers) por delante del Argos (1964, Holman & Pye), que, no obstante, conserva la primera plaza de la general con una holgada ventaja de tres puntos. El vencedor del día, patroneado por Bart Weduwer, llega la jornada final en segunda posición, con una renta de un punto sobre el Rossina di Mare, el Sparkman & Stephens de 1961 armado por José Singla y patroneado con gran solvencia por el regatista y navegante mallorquín Amador Magraner.
ESPÍRITU DE TRADICIÓN
También en la clase Espíritu de Tradición habrá que esperar al último bordo para conocer al vencedor de la XVIII Copa del Rey. Calima (1970, Sparkman & Stephens), armado por Javier Pujol, ganó la manga del día y accedió al liderato, empatado a tres puntos con el Legolas (1996, Spirit), de Jens Ricile. El argentino Matrero (1970, Germán Frers), de Rafael Pereira, completa de momento el podio merced a sus dos terceros puestos.
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Las cinco salidas -una por cada clase- se dieron puntuales a partir del mediodía con viento flojo del norte de 7 nudos. La intensidad osciló bastante a lo largo de los dos recorridos. El anemómetro marcó su racha más alta en la Isla del Aire, donde se registraron diez nudos. La dirección roló de 10 a 40 grados, fruto de una situación meteorológica muy inestable, con cielo encapotado y unos altos niveles de humedad en el ambiente.
ÉPOCA CANGREJA
Hay barcos que se ven favorecidos por los vientos fuertes y otros por todo lo contrario. Esta diferencia se hizo patente, sobre todo, en la categoría Época Cangreja (la que concentra a las unidades más antiguas de la flota, con aparejo trapezpoidal), donde el Scud (1903), de Patrizio Bertelli, patroneado por el pentamedallista olímpico Torben Grael, se vio superado hoy en nada menos que diez minutos en tiempo compensado por el americano Spartan (1913), del skipper Justin Burman, que pasa a liderar la clasificación general merced a la ventaja que le otorgó su mayor eslora y superficie vélica. Ambos veleros fueron diseñados por Nathael G. Herreshoff, el Mago de Bristol, y se encuentran empatados a tres puntos a falta de la disputa de una sola prueba para el término de la competición. El Scud se mantiene igualado con su máximo rival por muy poco, dado que obtuvo una renta de apenas 19 segundos sobre el Chinook (1916), del armador Paolo Zannoni, que ocupa la tercera plaza con seis puntos.
A su llegada a puerto, Burman, muy satisfechó, elogió el trabajo de su tripulación: “A pesar de las condiciones cambiantes, creo que el equipo ha hecho un trabajo muy bueno; ha sido una regata muy táctica por el viento cambiante y un desafío para todo el mundo. En estos casos es muy importante mantener la concentración para navegar de manera óptima”
El Giraldilla, de Valle de la Riva
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Nico Martínez
ÉPOCA BERMUDIANA
La clasificación general de la clase Época Bermudiana (veleros botados hasta 1950 con aparejo triangular) sufrió el efecto de una coctelera. El líder tras la primera jornada, el Fjord III (1948, German Frers), cruzó la línea de llegada en la octava posición y retrocedió hasta el cuarto puesto de la general. El Comet (1916, Olin Stephens), con dos terceros, se colocó al frente de la flota, con el Rowdy (1916, N.G. Herreshoff), de la armadora Donna Dyer, pisándole los talones a un solo punto de distancia. Varuna (1930, Sparkman & Stephens), propiedad de Jens Kellinghusen, por el que ayer nadie hubiera apostado, escaló de la séptima a la tercera plaza y ahora tiene posibilidades incluso de obtener la victoria.
William Scott Perry ya había advertido por la mañana, poco antes de hacerse a la mar, de que el nivel de la clase Época Bermudiana es muy alto, el más elevado de los últimos años, y cualquier pequeña cesión podía verse reflejada en la clasificación.
Zaki Karossane, tripulante del Comet, aseguró estar "feliz" con el rendimiento del barco: "Hoy ha sido un día muy táctico, con un viento muy cambiante por la diferencia de temperatura entre el agua y la tierra. Ha sido un día duro y mañana también lo será, porque se espera viento fuerte. Nuestro objetivo es acabar por delante del Rowdy".
BIG BOATS
En la clase Big Boats, donde se citan los gigantes de la flota, el Sumurun (1914, William Fife III), de Alain Moati, tomó la delantera gracias a su victoria de hoy, que le sitúa con tres puntos. El escenario, a falta de una prueba, es idéntico al de la clase Época Cangreja: el segundo clasificado, Viveka (1929, Frank Paine), patroneado por Gery Atkins, está empatado con el líder y cualquiera de los dos puede llevarse la gloria . Ambas embarcaciones se han estrenado este año en la Copa del Rey de Barcos de Época. Sumurun es un inconfundible diseño de William Fife III, cuyas popas redondeadas y líneas curvas hacen que los barcos surgidos del famoso astillero escocés sean reconocibles a primera vista. La tecera posición provisional es para otro Fife, el Hallowe’en (1926), de quien el propio arquitecto naval dijo que era el más bello de sus barcos. Mariette (1915, Herreshoff), el barco de mayor eslora y desplazamiento de entre los 49 reunidos en Mahón, sufrió especialmente la jornada de poco viento y terminó cuarto, posición que ocupa también en la general.
Elodie-Jane Mettraux, directora del equipo Sumurun, aseguró que la jornada fue muy positiva para su barco pese a que las condiciones no eran las mejores: “Hemos tomado algunas buenas decisiones tácticas, por ejemplo, elegir la salida por el lado izquierdo del campo de regatas. Estoy muy contenta con el trabajo del equipo, aunque aún tenemos muchas aspectos que mejorar en maniobras. Espero que mañana haya más viento y poder conservar la primera posición”.
CLÁSICOS
La noticia del día en la categoría de Clásicos (barcos botados entre 1950 y 1976) fue la victoria parcial del Encounter (1976, Germán Frers) por delante del Argos (1964, Holman & Pye), que, no obstante, conserva la primera plaza de la general con una holgada ventaja de tres puntos. El vencedor del día, patroneado por Bart Weduwer, llega la jornada final en segunda posición, con una renta de un punto sobre el Rossina di Mare, el Sparkman & Stephens de 1961 armado por José Singla y patroneado con gran solvencia por el regatista y navegante mallorquín Amador Magraner.
ESPÍRITU DE TRADICIÓN
También en la clase Espíritu de Tradición habrá que esperar al último bordo para conocer al vencedor de la XVIII Copa del Rey. Calima (1970, Sparkman & Stephens), armado por Javier Pujol, ganó la manga del día y accedió al liderato, empatado a tres puntos con el Legolas (1996, Spirit), de Jens Ricile. El argentino Matrero (1970, Germán Frers), de Rafael Pereira, completa de momento el podio merced a sus dos terceros puestos.
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