<img align="left" src="https://static3.abc.es/media/deportes/2022/07/22/latige-U309292414177MD--620x349@abc.jpg">A algo más de cien días para la salida de la transoceánica Route du Rhum finalmente el marino François Gabart podrá participar en esta regata tras el veredicto de la corte parisina donde se tuvo que resolver las diferencias de interpretación de reglamento sobre la construcción del trimarán «SVR Lazartigue» y la Clase Ultime. Disputa que lleva meses, incluso antes de la celebración de la Transat Jacques Vabre en noviembre del pasado año, regata en la que Gabart finalizó en segunda posición tras el «Gitana 17».<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/nTaaixqzT_M" title="MISE A L'EAU du Trimaran SVR Lazartigue" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
El desencuentro entre el equipo de Gabart y la Clase Ultim se basa en las diferencias de interpretación de la posición de los winches de maniobra del maxi trimaran. Su diseño es bastante revolucionario en cuanto a la cabina central la cual está bajo cubierta donde se alojan los winches, pedestales de maniobra, sistemas electrónicos, mesa de cartas, cámaras de vídeo, controles hidráulicos, etc. con una clara obsesión por la aerodinámica ya que solo sobresalen dos burbujas desde donde el patrón puede timonearlo sin mojarse; recuerda bastante al diseño del IMOCA Open 60 Hugo Boss del “todo dentro”.<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/p4w-hLuFX_8" title="EXCLUSIVE François Gabart's Boat Tour of Super Maxi ULTIM, "SVR Lazartigue" prior to start of TJV" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
Esta concepción la permite al Ultime 32/23 de Gabart bajar el centro de gravedad y reducir la resistencia al avance. La posición de la cabina no genera arrastre, un mejor aprovechamiento del plano velico en concreto de la vela mayor, tener una botavara a ras de cubierta produciendo un efecto laminar del viento continuo, así como proteger a la tripulación dentro del casco central reduciendo riesgos y un menor cansancio. Una suma de conceptos que redundan en una mayor velocidad del barco y mejor estabilidad cuando vuela a más de 1,50 metros sobre la superficie del mar gracias a los foils en los brazos laterales como los transversales en los tres timones y deriva central.<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/em_TCMoZ924" title="Trimaran SVR-Lazartigue" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
Fueron necesarias 150.000 horas de trabajo para poner en el agua el trimarán SVR-LAZARTIGUE de François Gabart el cual cuenta con un equipo superior a las quince personas, con un coste de unos 14 millones de euros.
François Gabart acumula una larga experiencia en la navegación a bordo de maxi trimaranes con tan solo 39 años. Ha ganado la vuelta al mundo a vela en solitarios sin escales ni ayuda externa Vendée Globe en 2013 con un registro de 78 días, 2 horas, 16 minutos y 40 segundos. Cuatro años más tarde, el 17 de diciembre de 2017, pulverizó el récord vuelta al mundo a vela en solitario a bordo del maxi trimarán Macif (ahora Actual) en 42 días, 16 horas, 40 minutos y 35 segundos rebajando la anterior marca establecida por Thomas Coville en más de seis días.
Para el arquitecto naval francés Vincent Lauriot-Prévost, en declaraciones a Boatsnews el pasado 29 de marzo, “la situación es perjudicial”: “… hemos diseñado un barco para François y Mer Concept que era el mejor en términos de modernidad en el momento de su diseño. Lo hicimos con pleno conocimiento de la normativa. El barco fue visitado tres veces por la junta de supervisión de la clase durante la construcción, que no planteó ninguna objeción. La clase encargó a tres expertos reconocidos que validaran o invalidaran las decisiones que pudieran haberse tomado en relación con un artículo del OSR (Reglamento Internacional de Regatas Oceánicas) que define la posición de los winches en relación con la cubierta. Llegaron a la conclusión de que la embarcación era conforme y cumplía la normativa. El Consejo de Supervisión está de acuerdo con esta opinión.
La clase Ultim no estaba satisfecha con el caso y lo llevó a la World Sailing, que dicta las normas sobre las regatas oceánicas. … una zona que ya no puedo controlar.
Nuestro trabajo es hacer que los barcos funcionen. Pero no a cualquier precio, ya que esto está asociado a la seguridad. Con Mer Concept nos dimos cuenta de que, dada la nueva forma de navegar de estos barcos, con aceleraciones y deceleraciones más rápidas, teníamos que proteger a la tripulación encerrándola bajo una burbuja. Hay demasiados barcos que han volcado y han perdido a su tripulación como para correr riesgos”.
En julio de 2021 el «SVR Lazartigue» fue puesto en el agua en Concarneau, días antes de la botadura Gabart había invitado a Thomas Coville -patrón del Sodebo Ultime-, el cual comentaría que tenía serias dudas sobre la posición y el diseño de la cabina del nuevo trimarán. Digamos que a partir de esas declaraciones las relaciones entre Gabart y la Clase Ultim irían a peor provocando que tanto él como los abogados del Grupo Kresk (propietario del maxi trimarán) tomasen la decisión de denunciar los hechos ante los tribunales.
Después de varias reuniones entre François Gabart y los abogados de su patrocinador «SVR Lazartigue» con la Clase Ultim durante más de seis meses la situación se enquistó llegando al extremo de tener que recurrir a la justicia parisina para dilucidar cuál de las partes tenía razón. Es curioso que la Clase Ultim desestimase los informes positivos de tres expertos alegando que sus valoraciones eran meramente consultivas, negándose a emitir un certificado de medición favorable.
Hubo una primera audiencia el pasado el pasado 23 de junio, muy tensa, no es normal que los navegantes frecuenten esos lugares, en la que las partes expusieron sus conclusiones en la relativo a la interpretación del reglamento para las regatas oceánicas en lo relativo a la conformidad o desacuerdo respecto al diseño de la cabina del trimarán. Oídas las partes el juez anunció que en un mes emitiría sentencia.
Finalmente, los tribunales fallaron a favor de François Gabart permitiéndole participar en la próxima edición de la Route du Rhum. Este conflicto se ha convertido en una guerra de intereses, digamos que por ahora ha ganado la batalla François Gabart; veremos lo que acontecedera de cara la primera edición de la vuelta al mundo a vela en solitario de los Ultim 32/23 a finales de 2023.
En palabras del presidente de “Actual”: "Es una historia que se prolonga demasiado tiempo y que, si no encontramos una solución, puede tener consecuencias en la sostenibilidad de la clase y en el compromiso a largo plazo de algunos armadores. No invertimos en las regatas oceánicas para tener este tipo de problemas que gestionar, tenemos que volver al sentido común, hablar entre nosotros y no echar leña al fuego a través de los medios de comunicación. Soy optimista por naturaleza y estoy convencido de que encontraremos una solución juntos".
La reacción a la decisión del tribunal de Paris ya tiene respuesta por parte de la Clase Ultim, presidida por Patricia Brochard -codirectora de la empresa Sodebo que patrocina al maxi trimarán de Thomas Coville-, entidad que tiene que emitir un certificado de medición para la próxima Route du Rhum pero que rechaza sea extensivo para el resto de las regatas del calendario.
"Acabamos de ser informados de la sentencia del Tribunal de París. Tenemos que tomarnos el tiempo necesario con los demás armadores para analizar esta decisión judicial. Nos reuniremos en los próximos días para decidir qué hacer a continuación. La sentencia dictada el jueves 21 de julio ordena a la clase Ultim conceder al trimarán SVR Lazartigue "una exención temporal" que sólo afectará a la Route du Rhum y sólo para esta regata. Por lo tanto, el resto del calendario no se ve afectado. Es lamentable que el tribunal no haya tenido en cuenta el aspecto de la seguridad
Por lo tanto, el Grupo Kresk tendrá que solicitar su ingreso en la clase Ultim si François Gabart y su equipo desean participar en las demás regatas del calendario. "Lo que podemos decir hoy es que tomamos nota de la decisión, pero lamentamos que el tribunal no haya tenido en cuenta el aspecto de la seguridad, que es muy importante para la clase. Esta excepción nos preocupa. Así que nada es seguro para el equipo de SVR Lazartigue.
Decidiremos colectivamente qué hacer con esta decisión. No nos lo tomamos a la ligera y se requiere una comprensión informada antes de tomar la decisión de recurrir o no. Su decisión se anunciará el martes 28 de julio”.
Y para rematar, el equipo del «SVR Lazartigue» ha publicado que los diagramas enviados a la World Sailing eran falsos y que, en consecuencia, todas las autoridades competentes valoraron la conformidad del trimarán. ¡Algo se le ha quedado en el tintero a Patricia Brochard!
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El desencuentro entre el equipo de Gabart y la Clase Ultim se basa en las diferencias de interpretación de la posición de los winches de maniobra del maxi trimaran. Su diseño es bastante revolucionario en cuanto a la cabina central la cual está bajo cubierta donde se alojan los winches, pedestales de maniobra, sistemas electrónicos, mesa de cartas, cámaras de vídeo, controles hidráulicos, etc. con una clara obsesión por la aerodinámica ya que solo sobresalen dos burbujas desde donde el patrón puede timonearlo sin mojarse; recuerda bastante al diseño del IMOCA Open 60 Hugo Boss del “todo dentro”.<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/p4w-hLuFX_8" title="EXCLUSIVE François Gabart's Boat Tour of Super Maxi ULTIM, "SVR Lazartigue" prior to start of TJV" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
Esta concepción la permite al Ultime 32/23 de Gabart bajar el centro de gravedad y reducir la resistencia al avance. La posición de la cabina no genera arrastre, un mejor aprovechamiento del plano velico en concreto de la vela mayor, tener una botavara a ras de cubierta produciendo un efecto laminar del viento continuo, así como proteger a la tripulación dentro del casco central reduciendo riesgos y un menor cansancio. Una suma de conceptos que redundan en una mayor velocidad del barco y mejor estabilidad cuando vuela a más de 1,50 metros sobre la superficie del mar gracias a los foils en los brazos laterales como los transversales en los tres timones y deriva central.<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/em_TCMoZ924" title="Trimaran SVR-Lazartigue" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
Fueron necesarias 150.000 horas de trabajo para poner en el agua el trimarán SVR-LAZARTIGUE de François Gabart el cual cuenta con un equipo superior a las quince personas, con un coste de unos 14 millones de euros.
François Gabart acumula una larga experiencia en la navegación a bordo de maxi trimaranes con tan solo 39 años. Ha ganado la vuelta al mundo a vela en solitarios sin escales ni ayuda externa Vendée Globe en 2013 con un registro de 78 días, 2 horas, 16 minutos y 40 segundos. Cuatro años más tarde, el 17 de diciembre de 2017, pulverizó el récord vuelta al mundo a vela en solitario a bordo del maxi trimarán Macif (ahora Actual) en 42 días, 16 horas, 40 minutos y 35 segundos rebajando la anterior marca establecida por Thomas Coville en más de seis días.
Para el arquitecto naval francés Vincent Lauriot-Prévost, en declaraciones a Boatsnews el pasado 29 de marzo, “la situación es perjudicial”: “… hemos diseñado un barco para François y Mer Concept que era el mejor en términos de modernidad en el momento de su diseño. Lo hicimos con pleno conocimiento de la normativa. El barco fue visitado tres veces por la junta de supervisión de la clase durante la construcción, que no planteó ninguna objeción. La clase encargó a tres expertos reconocidos que validaran o invalidaran las decisiones que pudieran haberse tomado en relación con un artículo del OSR (Reglamento Internacional de Regatas Oceánicas) que define la posición de los winches en relación con la cubierta. Llegaron a la conclusión de que la embarcación era conforme y cumplía la normativa. El Consejo de Supervisión está de acuerdo con esta opinión.
La clase Ultim no estaba satisfecha con el caso y lo llevó a la World Sailing, que dicta las normas sobre las regatas oceánicas. … una zona que ya no puedo controlar.
Nuestro trabajo es hacer que los barcos funcionen. Pero no a cualquier precio, ya que esto está asociado a la seguridad. Con Mer Concept nos dimos cuenta de que, dada la nueva forma de navegar de estos barcos, con aceleraciones y deceleraciones más rápidas, teníamos que proteger a la tripulación encerrándola bajo una burbuja. Hay demasiados barcos que han volcado y han perdido a su tripulación como para correr riesgos”.
En julio de 2021 el «SVR Lazartigue» fue puesto en el agua en Concarneau, días antes de la botadura Gabart había invitado a Thomas Coville -patrón del Sodebo Ultime-, el cual comentaría que tenía serias dudas sobre la posición y el diseño de la cabina del nuevo trimarán. Digamos que a partir de esas declaraciones las relaciones entre Gabart y la Clase Ultim irían a peor provocando que tanto él como los abogados del Grupo Kresk (propietario del maxi trimarán) tomasen la decisión de denunciar los hechos ante los tribunales.
Después de varias reuniones entre François Gabart y los abogados de su patrocinador «SVR Lazartigue» con la Clase Ultim durante más de seis meses la situación se enquistó llegando al extremo de tener que recurrir a la justicia parisina para dilucidar cuál de las partes tenía razón. Es curioso que la Clase Ultim desestimase los informes positivos de tres expertos alegando que sus valoraciones eran meramente consultivas, negándose a emitir un certificado de medición favorable.
Hubo una primera audiencia el pasado el pasado 23 de junio, muy tensa, no es normal que los navegantes frecuenten esos lugares, en la que las partes expusieron sus conclusiones en la relativo a la interpretación del reglamento para las regatas oceánicas en lo relativo a la conformidad o desacuerdo respecto al diseño de la cabina del trimarán. Oídas las partes el juez anunció que en un mes emitiría sentencia.
Finalmente, los tribunales fallaron a favor de François Gabart permitiéndole participar en la próxima edición de la Route du Rhum. Este conflicto se ha convertido en una guerra de intereses, digamos que por ahora ha ganado la batalla François Gabart; veremos lo que acontecedera de cara la primera edición de la vuelta al mundo a vela en solitario de los Ultim 32/23 a finales de 2023.
En palabras del presidente de “Actual”: "Es una historia que se prolonga demasiado tiempo y que, si no encontramos una solución, puede tener consecuencias en la sostenibilidad de la clase y en el compromiso a largo plazo de algunos armadores. No invertimos en las regatas oceánicas para tener este tipo de problemas que gestionar, tenemos que volver al sentido común, hablar entre nosotros y no echar leña al fuego a través de los medios de comunicación. Soy optimista por naturaleza y estoy convencido de que encontraremos una solución juntos".
La reacción a la decisión del tribunal de Paris ya tiene respuesta por parte de la Clase Ultim, presidida por Patricia Brochard -codirectora de la empresa Sodebo que patrocina al maxi trimarán de Thomas Coville-, entidad que tiene que emitir un certificado de medición para la próxima Route du Rhum pero que rechaza sea extensivo para el resto de las regatas del calendario.
"Acabamos de ser informados de la sentencia del Tribunal de París. Tenemos que tomarnos el tiempo necesario con los demás armadores para analizar esta decisión judicial. Nos reuniremos en los próximos días para decidir qué hacer a continuación. La sentencia dictada el jueves 21 de julio ordena a la clase Ultim conceder al trimarán SVR Lazartigue "una exención temporal" que sólo afectará a la Route du Rhum y sólo para esta regata. Por lo tanto, el resto del calendario no se ve afectado. Es lamentable que el tribunal no haya tenido en cuenta el aspecto de la seguridad
Por lo tanto, el Grupo Kresk tendrá que solicitar su ingreso en la clase Ultim si François Gabart y su equipo desean participar en las demás regatas del calendario. "Lo que podemos decir hoy es que tomamos nota de la decisión, pero lamentamos que el tribunal no haya tenido en cuenta el aspecto de la seguridad, que es muy importante para la clase. Esta excepción nos preocupa. Así que nada es seguro para el equipo de SVR Lazartigue.
Decidiremos colectivamente qué hacer con esta decisión. No nos lo tomamos a la ligera y se requiere una comprensión informada antes de tomar la decisión de recurrir o no. Su decisión se anunciará el martes 28 de julio”.
Y para rematar, el equipo del «SVR Lazartigue» ha publicado que los diagramas enviados a la World Sailing eran falsos y que, en consecuencia, todas las autoridades competentes valoraron la conformidad del trimarán. ¡Algo se le ha quedado en el tintero a Patricia Brochard!
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