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<img align="left" src="https://static3.abc.es/media/deportes/2021/12/02/copapalma-kYhH--620x349@abc.jpg">Recién finalizada la Copa del Rey Mapfre publiqué un artículo informativo sobre los riesgos que conllevaba fidelizar la participación de la regata en más del 50% a una flota determinada de un astillero.
Pues bien, en dicho artículo alertaba del riesgo que se corre al confiar que cada año la flota de los Swan (este es el astillero en cuestión), en sus distintas esloras, iban a participar exclusivamente en la Copa del Rey Mapfre. Estos riesgos venían en una parte importante determinado por ser una flota completamente autónoma donde los armadores, todos con un alto poder económico, son los que deciden donde ir a navegar, tal como algunos miembros del staff técnico del astillero nos comentaron a un reducido grupo de periodistas durante la última edición de la regata de este verano.
Y mire usted por donde esta tarde ha saltado la noticia, “Valencia acogerá el Mundial Swan One Design y el National League”, y de verdad les digo que yo no tengo nada que ver con esta decisión, simplemente me ha llegado por wassap desde el RCN de Valencia que será el club organizador de este importante evento, igual que le ha llegado a otros medios y a otros compañeros de profesión.
Me imagino la respuesta que se va a dar desde el Real Club Náutico de Palma: “aquí no pasa nada, después de Valencia hay tiempo más que de sobra para venir a la Copa del Rey Mapfre”, igual también se acude a la socorrida justificación, “no hay que preocuparse esto lo hemos pactado con el náutico de Valencia, faltaría más”, y así continuar con los socorridos argumentos a los que recurren los que se creen que están en posesión de la sabiduría eterna y de repente y sin venir a cuento se les derrumba el chiringuito como un castillo de naipes. Tras un mundial y más de una clase one desing los equipos pueden tener muchas excusas para terminarlo y volver a sus lugares de origen, ya sea por averías, por calendario, por cansancio... No digo que vaya a ser así, pero puede pasar porque ya ha pasado.
La Copa del Rey Mapfre necesita urgentemente una profunda remodelación, necesita que el patrón que empuña el timón de su aparato organizador, lo empuñe con fuerza, que dé las ordenes claras con rotundidad y valentía, y también que los que todavía se creen que mandan en ella la dejen tranquila.
La Copa del Rey Mapfre tiene solución y puede ser de nuevo esa gran regata que siempre fue volviendo a sus orígenes y a sus organizadores, a los que les recomiendo que se miren en el espejo de la ORC cuyos campeonatos de Europa y del Mundo no paran de crecer año tras año, ya se celebren en el norte o en el sur. Adaptándolos a la realidad española puede funcionar y también les recomendaría que dejen de ver enemigos donde no los hay.
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Pues bien, en dicho artículo alertaba del riesgo que se corre al confiar que cada año la flota de los Swan (este es el astillero en cuestión), en sus distintas esloras, iban a participar exclusivamente en la Copa del Rey Mapfre. Estos riesgos venían en una parte importante determinado por ser una flota completamente autónoma donde los armadores, todos con un alto poder económico, son los que deciden donde ir a navegar, tal como algunos miembros del staff técnico del astillero nos comentaron a un reducido grupo de periodistas durante la última edición de la regata de este verano.
Y mire usted por donde esta tarde ha saltado la noticia, “Valencia acogerá el Mundial Swan One Design y el National League”, y de verdad les digo que yo no tengo nada que ver con esta decisión, simplemente me ha llegado por wassap desde el RCN de Valencia que será el club organizador de este importante evento, igual que le ha llegado a otros medios y a otros compañeros de profesión.
Me imagino la respuesta que se va a dar desde el Real Club Náutico de Palma: “aquí no pasa nada, después de Valencia hay tiempo más que de sobra para venir a la Copa del Rey Mapfre”, igual también se acude a la socorrida justificación, “no hay que preocuparse esto lo hemos pactado con el náutico de Valencia, faltaría más”, y así continuar con los socorridos argumentos a los que recurren los que se creen que están en posesión de la sabiduría eterna y de repente y sin venir a cuento se les derrumba el chiringuito como un castillo de naipes. Tras un mundial y más de una clase one desing los equipos pueden tener muchas excusas para terminarlo y volver a sus lugares de origen, ya sea por averías, por calendario, por cansancio... No digo que vaya a ser así, pero puede pasar porque ya ha pasado.
La Copa del Rey Mapfre necesita urgentemente una profunda remodelación, necesita que el patrón que empuña el timón de su aparato organizador, lo empuñe con fuerza, que dé las ordenes claras con rotundidad y valentía, y también que los que todavía se creen que mandan en ella la dejen tranquila.
La Copa del Rey Mapfre tiene solución y puede ser de nuevo esa gran regata que siempre fue volviendo a sus orígenes y a sus organizadores, a los que les recomiendo que se miren en el espejo de la ORC cuyos campeonatos de Europa y del Mundo no paran de crecer año tras año, ya se celebren en el norte o en el sur. Adaptándolos a la realidad española puede funcionar y también les recomendaría que dejen de ver enemigos donde no los hay.
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