<r>La irresponsabilidad del patrón de un velero francés estuvo a punto de acabar en tragedia el pasado miércoles por la mañana. El barco embistió a un pesquero y se dio a la fuga, sin pararse a dar sus datos. Fue perseguido por una patrullera de la Guardia Civil y por un helicóptero de Salvamento Marítimo. Finalmente, tras recorrer más de 15 millas desde la colisión, pudo ser interceptado. Ahora, dicho velero se encuentra inmovilizado en el Port Esportiu de Tarragona a la espera de que Capitanía Marítima le imponga una fianza, que será de entre 5.000 y 10.000 euros como garantía del procedimiento sancionador.
Los hechos se produjeron a las 9.38 horas a unas cuatro millas frente a la costa de Torredembarra. El pesquero L’Avi Barrineta, con base en el puerto de Vilanova i la Geltrú y que se dedica a la pesca artesanal, estaba recogiendo sus redes, una maniobra que había señalizado. Esto indica que los otros barcos tienen que mantenerse alejados de su ruta y de su área de influencia, señala el capitán marítimo, Óscar Villar.
El patrón y otro ocupante del pesquero vieron como se aproximaba el velero Albeniz, por lo que alertaron a su padrón vía emisora de radio y también con señales fónicas. Pero no obtuvieron respuesta. El patrón del pesquero logró girar un poco su embarcación para evitar una colisión lateral, que podría haber provocado daños importantes en el casco. Con ello consiguió que el velero impactara sobre la aleta de babor –la parte de atrás a la izquierda–.
La sorpresa de la tripulación del pesquero fue que el velero siguió su ruta y no se paró para facilitar sus datos, según el convenio internacional –al igual que ocurre con los accidentes de tráfico–. Ante ello, el patrón alertó por radio a Salvamento Marítimo de Tarragona, que a su vez puso los hechos en conocimiento de Capitanía Marítima y del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Éste, desde su base de Torredembarra, movilizó a la patrullera Río Martín, mientras que Salvamento Marítimo envió a su helicóptero, que estaba realizando ejercicios frente a la costa de Badalona. Mientras, el pesquero pudo regresar a su puerto por sus propios medios.
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Una hora de persecución
El helicóptero se puso encima del velero y finalmente su patrón facilitó los datos, pero sin pararse. Finalmente, la patrullera lo alcanzó tras una hora de persecución y quince millas recorridas desde el choque. Los agentes tenían instrucciones del capitán marítimo de llevarlo a puerto para abrir diligencias. El patrón era un navegante solitario, de 66 años que tenía como destino València. Aseguró que cuando hubiera llegado, habría dado parte.
A las cinco de la tarde, el patrón francés se presentó en Capitanía Marítima para tomarle declaración. Cuando se produjo la colisión se encontraba durmiendo en el camarote, por lo que no se percató de que se acercaba al pesquero.
También se supo que antes de la colisión ya había estado a punto de chocar contra otros pesqueros. El patrón carece de titulación aunque en su país no es necesario para navegar a vela. Y como en estos casos se aplican las leyes del país de origen, no se le puede sancionar.</r>
Los hechos se produjeron a las 9.38 horas a unas cuatro millas frente a la costa de Torredembarra. El pesquero L’Avi Barrineta, con base en el puerto de Vilanova i la Geltrú y que se dedica a la pesca artesanal, estaba recogiendo sus redes, una maniobra que había señalizado. Esto indica que los otros barcos tienen que mantenerse alejados de su ruta y de su área de influencia, señala el capitán marítimo, Óscar Villar.
El patrón y otro ocupante del pesquero vieron como se aproximaba el velero Albeniz, por lo que alertaron a su padrón vía emisora de radio y también con señales fónicas. Pero no obtuvieron respuesta. El patrón del pesquero logró girar un poco su embarcación para evitar una colisión lateral, que podría haber provocado daños importantes en el casco. Con ello consiguió que el velero impactara sobre la aleta de babor –la parte de atrás a la izquierda–.
La sorpresa de la tripulación del pesquero fue que el velero siguió su ruta y no se paró para facilitar sus datos, según el convenio internacional –al igual que ocurre con los accidentes de tráfico–. Ante ello, el patrón alertó por radio a Salvamento Marítimo de Tarragona, que a su vez puso los hechos en conocimiento de Capitanía Marítima y del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Éste, desde su base de Torredembarra, movilizó a la patrullera Río Martín, mientras que Salvamento Marítimo envió a su helicóptero, que estaba realizando ejercicios frente a la costa de Badalona. Mientras, el pesquero pudo regresar a su puerto por sus propios medios.
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Una hora de persecución
El helicóptero se puso encima del velero y finalmente su patrón facilitó los datos, pero sin pararse. Finalmente, la patrullera lo alcanzó tras una hora de persecución y quince millas recorridas desde el choque. Los agentes tenían instrucciones del capitán marítimo de llevarlo a puerto para abrir diligencias. El patrón era un navegante solitario, de 66 años que tenía como destino València. Aseguró que cuando hubiera llegado, habría dado parte.
A las cinco de la tarde, el patrón francés se presentó en Capitanía Marítima para tomarle declaración. Cuando se produjo la colisión se encontraba durmiendo en el camarote, por lo que no se percató de que se acercaba al pesquero.
También se supo que antes de la colisión ya había estado a punto de chocar contra otros pesqueros. El patrón carece de titulación aunque en su país no es necesario para navegar a vela. Y como en estos casos se aplican las leyes del país de origen, no se le puede sancionar.</r>