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  • RELATO DE UN NAUFRAGIO

    <t>Hola amigos este es un relato veridico

    Utilizo el titulo del libro de Garcia Marquez "Relato de un Naufrago", paro contarles mi relato, de la conmocionante experiencia por la que acabo de pasar.

    Si hace unos años colaboraba en el rescate del trimaran "Groupama" de Franck Cammas o tambien de los jovenes regatistas de minitransat que tuvieron problemas en cercanias de La Palma, hoy me tocó a mi ser el rescatado.

    Este es un pequeño relato de lo sucedido:



    Luego de una recalada en Porto Santo (isla madeira) nos dirigiamos en un velero Bavaria 32 con otros dos amigos hacia el Estrecho de Gibraltar.

    La primera parte de la navegacion desde Canarias habia sido muy buena y la idea de recalar en Porto Santo era de reponer un poco de energias y verificar la meteorologia para los cinco dias siguientes que nos restaban para llegar a la zona del estrecho.

    Me sentia feliz en ese momento, estaba realizando un lindo viaje, mientras uno de mis hijos disputaba el Campeonato de canarias del laser y el otro navegando en optimist, en fin... "una familia de navegantes", pensé con orgullo.

    Para el primer dia, el pronostico daba vientos del WSW intensidad 15-18 nudos y ALTURA DE OLA-4-5 MTS. Una situación meteorologia ideal, es decir, viento favorable y altura de ola "soportable" para los que navegamos por esta zona. Los dias subsiguientes se mantenia del WSW y finalmente el viento rotaba un poco al Norte, 20 nudos. Seguia bueno. El viento nos llevaría sin problemas en rumbo directo hacia el estrecho...el viaje perfecto, pensamos todos...

    Pero algo iba a fallar en la prevision y en el medio del fallo, ibamos a estar nosotros en un pequeño barco de 30 pies.



    A las 36 horas de haber partido, el viento que tenia que ser de 18 nudos era de 40nudos y las olas que tenian que ser de 4 metros, eran de 10. Facil decirlo pero dificil vivirlo.

    Por el atardecer del dia previo al rescate, ya ibamos "aguantando" con dos manos de rizos y un pequeño paño en proa. Las olas, eran verdaderas montañas que en mis 35 años de experiancia en la vela, no habia visto jamas. Ni siquiera en el Atlantico sur, ni en el Golfo de Vizcaya ni en ninguna de las miles de millas que tengo en mis espaldas.



    Habiamos decidido bajar toda la vela mayor y mantener solo con un pequeño paño en proa, pero para no correr riesgos esperariamos que amaneciera. y asi lo hicimos. la velocidad del barco habia bajado, y todo era mas controlable...Pero momentos despues una verdadera "ola asesina" nos dio de lleno. 5 segundos antes de la ola, el barco se paro en seco, como si chocaramos contra una pared e inmediatamente despues, "la ola asesina" nos dio de lleno. Yo iba al timon, pues ya el piloto automatico no podia responder a los embates de las olas y senti como si Mike Tyson me diera un golpe en la espalda. El barco escoro hasta poner su mastil en la mar, inundando el interior. Fernando, el amigo que iba en la litera del salon "aguantando", salio fuera como si hubiese visto al mismisimo demonio cuando la ola inundo a la cabina.



    En un segundo todo era un desastre, sin energia, el barco con agua en su interior en fin, no se cuanto más.

    Pense que el fin habia llegado.

    Una vez "controlados emocionalmente", llamamos por satelital a salvamento maritimo, informando de nuestra situacion, para que estuviesen alertas.

    La informacion que nos daban, no era alentadora, el viento comenzaria a arreciar en las proximas horas, y a medida que nos acercacemos a la costa (estabamos a 300 millas de la boca del estrecho de gibraltar) las olas no solo serian enormes sino que empezarian a romper, dado que la plataforma continental haria de catapulta de estas olas.

    Jorge, el armador del barco tomo la decicion que nunca jamas en mi vida pense que me iba a pasar: ABANDONAR UN BARCO EN ALTAMAR.



    Se activó la radiobaliza y no paso mas de un minuto en que recibimos la llamada al telefono satelital consultandonos si deseabamos una evacuacion o un rescate. "EVACUACION" le indicó a viva voz el armador. Entonces el operador nos informó que saldria un avion que reconoceria nuestra posicion y trataria de ubicar los buques mercantes en la zona.

    Una vez llegado el avion a nuestra zona, nos informaban que debiamos aprovechar una pequeña ventana de relativa calma, para el momento de rescate, pues mas tarde, el frente de tormenta se renovaria aun con mas fuerza y comenzaria a arreciar. Era ahora o nunca.

    Uno de los barcos que en principio respondio al pedido de rescate, un carguero de 170 metros de eslora, informaba un rato despues que habia tenido un corrimiento en su carga debido a la altura de las olas, que le era imposible asistirnos.

    Solo quedaba una sola opcion para salvar nuestras vidas: un helicoptero de la armada portuguesa con base en el aeropuerto de Faro (Portugal). Esto quedaba a dos horas de nuestra posicion y -segun nos informaban del avion que hacia de enlace- solo tendria 10 minutos para nuestro rescate, pues la posicion era al limite de su autonomia de combustible.

    En ese momento, yo pensaba si era una peilcula que estaba viendo. Que no era yo el que estaba ahi, que me despertaria de esta pesadilla.

    Luego de un tiempo de incertidumbre, la comandante del avion SASEMAR 130, nos indicaba que en 25 minutos, el helicoptero (el mas grande helicoptero de la armada Portuguesa) estaria sobre nosotros y que para ese momento debiamos abandonar el barco y ESTAR ABORDO DE LA BALSA SALVAVIDAS y llevar la radiobaliza por si se cortaba la boza y quedabamos a merced del mar en la noche. Decir esto es facil, pero vivirlo...

    El primero en saltar a la balsa fue Fernando, luego yo y luego Jorge.

    Yo llevaba la radiobaliza, atada a mi arnes con el cabo que traen y en una maniobra que aun no entiendo como paso, este cabo quedó enredado en el guardamancebo del barco, haciendo tanta presion que me caeria al mar. "JORGE, CORTA-CORTA EL CABO POR FAVOR!!!!" le repetí a los gritos. Jorge con la navaja que tenia preparada, logro cortarlo y yo pude mantenerme en la balsa. De haber caido al mar, no se que seria de mi.

    Ver el velero desde la balsa es una imagen que jamas olvidare.

    Para ese momento, el helicoptero estaba sobre nosotros. El ruido era infernal y el mar parecia que hervia con el viento provocado por las aspas. El primero en subir seria yo pues tenia un tremendo golpe en la espalda, luego Fernando y Jorge al Final.

    Cuando vi bajar al rescatador del helicoptero, es otra imagen que jamas olvidare, cayo al mar y nado hasta la balsa. Era impresionante ver como el helicoptero se mantenia en su posicion con el viento que habia!



    El rescatista subio a la balsa, y nos indico que debiamos hacer.

    Me puse el arnes del cable que nos subiria abordo del helicoptero, cerre mis ojos, me encomende a Dios y senti como en primer momento nos sumergimos en el mar cuando paso justo una ola. No volvi a abrir los ojos hasta que no estuve adentro del helicoptero. Y asi hicieron con los demas.

    Una vez a salvo, fueron dos horas de vuelo hasta la ciudad de Faro, al sur de Portugal donde nos esperaban dos ambulancias que nos llevarian hasta el hospital de faro, pues estabamos todos con hipotermia y con golpes en el cuerpo y conmocionados por la situacion vivida. En el hospital habia parte de las 500 personas que habian tenido que rescatar de sus casas de las costas de Portugal, segun daba la informacion los medios.



    Estare agradecido para toda mi vida, de:

    Los Pilotos y rescatistas del helicoptero de la armada Portuguesa (no se sus nombres), a los medicos y asistencia social del Hosiptal de faro y a Salvamento Maritimo de España por la coordinacion del SAR y en especial a la comandante del avion SASEMAR 130, que nos contuvo en los momentos de extrema tension.



    Un abrazo,</t>
    <t></t>

  • #2
    Re: RELATO DE UN NAUFRAGIO

    <r>Realmente estremecedor, lo que tuvieron que pasar no se les olvidara jamas

    la meteorología hay que tenerla bien presente <E></E> <E></E> <E></E></r>
    <t></t>

    Comentario


    • #3
      Re: RELATO DE UN NAUFRAGIO

      <t>este relato es mas antiguo







      Durante la noche del 2 de septiembre de 1974 el Morning Cloud, un velero de regatas oceánico que pertenecía al ex primer ministro Sir Edward Heat, se hundió en medio de una fuerte tempestad del SW frente a la costa Sud de Inglaterra sobre el canal de la Mancha.



      El barco hacía en ese momento la travesía desde la costa Este hacia el Sur por el canal de la mancha con una tripulación amateur (distinta a la que corrió una serie de regatas al estilo de lo que sucede en el Atlántico sur cuando regresan los barcos que corren la regata a Río de Janeiro) dos de cuyos miembros perdieron la vida en el incidente.



      A continuación, K. Adlard Coles, medalla de oro del instituto y autor del libro Heavy weather sailing (navegación con mal tiempo) describe las circunstancias en que el desastre ocurrió tal como se lo relatara Don Weblett quien era el timonel del barco en esa oprtunidad.



      El relato personal de Weblett apareció en el ejemplar de enero/febrero del 75 de la revista del Royal Ocean Racing Club



      Hay dos diferencias básicas entre navegar en un buque y navegar en un yate contra cualquier viento superior a fuerza 8 en el mar, en primer lugar la violencia de los movimientos de un yate a medida que ciñe hacia barlovento castigado por el mar que le da de frente frecuentemente hacen imposible al obtención de marcaciones confiables con la pínula o el radio goniómetro y aún el rumbo puede estar sujeto a error, además si la altura de las olas supera los tres metros cierran la visibilidad excepto cuando el barco está momentáneamente en la cresta de la ola lo cual dificulta la identificación de los puntos notables y las características luminosas de las balizas distantes, la navegación estará sujeta a la mas burda estima, en segundo lugar la diferencia de velocidad entre un buque y un yate es de suma importancia cuando se navega en zonas costeras en las que las corrientes de marea son fuertes y cuanto más lento es el yate mayor será la significabilidad, la derrota efectuada se verá muy influenciada por abatimiento, deriva y en particular la dirección de la corriente que en temporales muy fuertes no es predecible, la navegación por estima puede llegar a ser efectiva pero el buen navegante debe preferir posiciones verdaderas a estimadas.



      El Morning Cloud tenía aproximadamente 15 metros de eslora y diseñado por S&S, fue el yate en que Edward Heat corrió con el equipo inglés la Admirals Cup de 1973 y estaba perfectamente equipado, fue construido por Clare Lallow de Cowes en multilaminado de caoba tratada en frío (construcción considerada muy resistente) quien también había construido los anteriores Morning Cloud.



      Al completar una exitosa campaña de regatas en Burnham on Crouch fue entregado, como siempre, a una tripulación amateur de 7 personas siendo el timonel Don Weblett para ser llevado de vuelta a Cowes.



      Todos los tripulantes a excepción de Christopher Chadd habían participado en travesías similares en los tres Morning Cloud que existieron, toda la tripulación era experimentada aunque quizás dos de sus componentes en grado inferior a los demás.



      Otro yate, un Nautor de serie de prfv, el Case Tete IV estaba haciendo la misma travesía y cortó camino por la ruta sobre los bancos del Támesis, durante la severa tormenta que se desataría esa noche mantuvo una velocidad de 6/7 nudos con tormentín y 12 vueltas de Rolling reef lo cual le permitió llegar a refugiarse al socaire de la isla de Whight sin inconvenientes, en cambio el Morning Cloud realizó la ruta más lenta ya que Weblett no estaba apurado e indudablemente sentía la responsabilidad de ser el skipper de tan famoso yate y decide pasar por fuera de los bancos y achicar paño antes de lo que la circunstancias le pedían.



      La causa del temporal excepcionalmente fuerte que se desató al final de la travesía fue una depresión que se movió hacia el canal de St. George a mitad de camino entre el extremo Sur de Inglaterra y las costa de Irlanda alrededor



      de las 0400 hora inglesa del 2/9/74, a las 19 horas la depresión se había centrado sobre la costa galesa moviéndose hacia el NW sobre Inglaterra cruzándola hacia el mar del Norte y había descendido la presión a 972 milibares dando como resultado vientos fortísimo sobre distintas partes del canal con grandes variaciones de intensidad en zonas relativamente pequeñas.



      Lo peor de la tormenta se sintió en las cercanías de Beachy Head al Este y a popa del punto donde se hallaban los dos yates registrando ambos velocidades de 45/50 nudos lo cual coinciden con lo registrado por las estaciones meteorológicas de la costa dando así vientos de fuerza 9.



      El pronóstico de la BBC para la zona emitidos a las 0630 eran vientos del S F6 a F8 borneando probablemente al SW f9, a las 1530 al SW F9 con períodos de fuertes lluvias.



      Durante ese día tanto Weblett como Irwing en el Case Tete independientemente tomaron la decisión de continuar ya que existía toda posibilidad de llegar al reparo de la isla de Whight encontrando nada peor que los barcos estaban preparados para soportar, Morning Cloud estaba cerca del través de Brighton a las 1830 navegando con rumbo W en demanda de la boya Owens y el tiempo comenzó a empeorar, Weblett dio la orden de una segunda reducción de trapo adelantándose a un empeoramiento del clima, primero se arrió la genoa chica pero no se la reemplazó por no encontrar abordo el tormentín pero esto no le preocupó porque no quería arriesgar a mandar un tripulante por la angosta proa si las cosas empeoraban. El barco quedo así preparado para soportar el temporal pero bajo este reducido paño la velocidad cayó a 4/5 nudos siendo en realidad mucho menor a causa de la fuerte corriente de proa que no disminuiría hasta la medianoche.



      La disminución drástica de paño resultó adecuada porque media hora después el viento llegó a fuerza 9 y el mar estaba imposible, las crestas de las olas se despedazaban en espuma por las rachas haciendo difícil ver y oír.



      A medianoche se había avistado el destello de la boya Owens, el viento había alcanzado los 50 nudos y el barco se mantenía controlado a mayor sola rizada, la escotilla de entrada estaba corrida a la posición de cerrada pero sin la tablas verticales ya que el agua no llegaba hasta ahí, a las 22 horas la guardia fue tomada por el experimentado Nigel Cumming junto a Gardner Sorun y Gerry Smith de la guardia saliente se acostó a dormir atado en el piso del cockpit mientras Weblett estaba trabajando en el pañol de velas de proa.



      Todo había continuado bien hasta las 2300 hs momento en el cual el Morning Cloud es golpeado a babor por una ola gigante acostándolo violentamente con tal fuerza que le causó considerables daños, pero este se recuperó rápidamente y volvió a adrizarse, Gerry Smith que se despertó al quedar sumergido vio a Sorum aún con su línea de vida pero arrastrado a popa del barco, dio la voz de Hombre al agua y salieron inmediatamente a cubierta Taylor y Kenilworth mientras Weblet trataba de poner el motor en marcha, trabajando en esas condiciones tardaron cerca de 5 minutos en sacar al Sorum del agua cuando se dieron cuenta que Cummings no estaba abordo, su línea de seguridad estaba cortada y a esa altura estaría muy atrás por la popa.



      El barco se había mantenido en rumbo y estaba aún bajo control, Bob Taylor tomó el timón y viró por avante ayudado por el motor que pronto dejó de funcionar y se comenzó a navegar por el rumbo que venían recorriendo, y los cuatro hombres en cubierta buscaron a Nigel Cumming quien sería un muy pequeño punto perdido en la inmensidad de las olas deshechas por el fuerte viento.



      Blewett bajó a la cabina y encontró varios baos de la cubierta rajados y algunos rotos y había mas de un pie de agua sobre los pisos, buscó la antena portátil del transmisor y la armó intentando transmitir señales de auxilio pero el interruptor del micrófono no activaba el transmisor, trató entonces de disparar cohetes de bengala con paracaídas, el primero y segundo no encendieron y el tercero no alcanzó la altura ya que la fuerza del viento lo llevó paralelo al agua cayendo al mar enseguida.



      Después de haber pasado el punto donde el barco se había acostado y donde Cumming podía ser hallado el barco fue virado nuevamente trayéndolo a su rumbo original continuándose la búsqueda del caído, al llegar a aproximadamente al lugar de tumbada C. Chadd salió a cubierta con chaleco salvavidas inflable pero sin cinturón de seguridad ni línea de vida, le gritaron advertencias pero aparentemente no fueron escuchadas por el fuerte viento y el rugido del mar o no fueron comprendidas, en ese momento critico Morning Cloud fue tomado por otra ola gigante acostando al barco de tal manera que el mástil quedó sumergido en el agua, quedó así tumbado durante varios segundos con el agua de cada ola siguiente entrando a raudales por la escotilla y por el tambucho de proa cuya tapa había sido arrancada por el golpe de la ola, entonces el barco repentinamente se adrizó, la ola había barrido a Chadd de la cubierta y se lo pudo ver en el mar a unos metros de distancia, Blewett trató de tirar uno salvavidas circulares pero el cabo del mismo estaba enredado en el enjaretado del cockpit que había sido arrancado parcialmente por la fuerza de la ola, se hicieron esfuerzos por arrojarle un cabo pero apenas en segundos desapareció entre las tumultuosas olas.



      Los otros tres hombres sobre cubierta estaban a salvo pero había averías en el aparejo, las crucetas dobladas a 45º de su posición, la tapa del compartimiento de babor había desaparecido junto con la balsa salvavidas para 6 hombres, faltaba la brazola de sotavento y bajo cubierta se encontraron más baos quebrados y algunos totalmente desprendidos, el agua llegaba al nivel de la cintura y esta era más agua de la que podía entrar por la escotilla y el tambucho de proa por lo que adivinaron que había una o más averías importantes en el casco, de los sobrevivientes Weblett tenía un omóplato y tres costillas rotas de las cuales una le perforó el pulmón, Sorum también tenía tres costillas rotas y triple fractura en su brazo derecho, Smith tenía una costilla rota y tres vértebras desplazadas, de los siete tripulantes que habían embarcado el día anterior sólo dos estaban relativamente ilesos.



      Las vidas de los cinco hombres estaba en peligro y Weblett, sabiendo que otra ola los mandaría definitivamente al fondo dio la orden de abandonar el barco, la balsa para cuatro personas que permaneció intacta fue inflada sobre cubierta y Gardner y Sorum tuvieron que ser ayudados a ingresar en ella y se soltaron del barco, los cinco hombres navegando hacia la costa de sotavento en una balsa para cuatro personas en medio de un feroz temporal tenían pocas posibilidades y Weblett tenía pocas esperanzas de sobrevivir.



      Las olas permanecieron tan violentas como él había estimado, pero resultó extrañamente afortunado que estuvieran en la balsa de 4 en vez de la de 6 ya que el peso concentrado de los cinco en el centro actuó como lastre, echaron el ancla de mar pero la capota de la balsa actuaba como vela, bajo la fuerza del viento y la marea la balsa fue llevada hacia Shoreham, a las 0500, poco antes del amanecer se encendió una bengala pero posteriores intentos fallaron incluidas las bengalas cohete con paracaídas debido a que estaban muy mojadas por la espuma y el agua que había entrado en la balsa.



      A esas hora el viento borneó y también cambió la corriente llevando a la balsa aproximadamente a mitad de camino entre Brighton Palace Pier y las instalaciones de la marina, donde la balsa entró en las rompientes a un cuarto de milla de la costa, la primera rompiente tumbó la balsa siendo los tripulantes despedidos al agua a través de la capota pero pudieron afirmarse de las guirnaldas y no separarse de esta a pesar de las olas, la próxima rompiente volvió a adrizar la balsa y los heridos fueron ayudados a subir, los otros dos permanecieron aferrados a las guirnaldas guiando la balsa a través de las rompientes hasta hacerla varar en la playa.



      Los sobrevivientes tocaron la playa a las 0700 y una ambulancia llegó para llevarlos al hospital.



      Inmediatamente después de conocida la llegada de los náufragos se dio la alarma y comenzó una intensiva búsqueda del Morning Cloud en la que participaron el bote del servicio de guardavidas de Shoreham, un helicóptero, y el crucero liviano Glamorgan, aparte del pedazo de brazola con el nombre del barco que apareció en la playa no encontraron otro rastro del barco.



      Una semana después dos pesqueros engancharon con sus redes en una obstrucción a dos millas de la costa de Shoreham y a cinco millas del lugar en donde la balsa tocó tierra, a trece metros de profundidad un buzo encontró que las redes estaban enganchadas en el casco de un yate, le pasaron cabos y se lo arrastró hasta la costa donde por medio de una pluma se lo izó a la superficie y salieron los restos del Morning Cloud, faltaban el mástil, la máquina, el quillote y más de la mitad de la banda de estribor, poco quedaba intacto salvo la proa y la banda de babor con un compartimiento en el que se piensa que quedó atrapada una cantidad de aires la cual junto a la flotabilidad de la madera proporcionaron la flotación neutra que permitió que el barco fuese remolcado a dos aguas hasta Shoreham.



      Existen muchas teorías acerca de cómo pudo ocurrir semejante daño el casco, la del autor es que a posteriori del abandono probablemente derivó hacia la costa llenándose gradualmente hasta que se hundió en las cercanías del punto en el cual fue encontrado, el golpeteo contra el fondo durante una semana que incluyó otra gran tormenta del SW pueden haber ocasionado los daños.



      Volviendo al punto en que el Morning Cloud fue embestido por la primer ola situado a 7 u 8 millas de la costa y al E de la boya Owens la cual fue positivamente identificada por dos tripulantes experimentados esto sitúa al barco en una zona de 12 brazas de profundidad, consultas con el Sr. Lorence Draper del Instituto de ciencias oceanográficas permiten concluir que a esa profundidad las olas no pueden haber sido influenciadas por el fondo y por lo tanto cualquier ola excesivamente grande o grupo de olas podría haber sido causada por la desafortunada superposición de componentes de ola, agregó que a una profundidad de 5 brazas y bajo ciertas condiciones se podrían haber formado empinadas olas similares a las rompientes de la playa durante un temporal, este es un punto a ser tenido en cuentas ya que las olas impredecibles y grandes que son tan peligrosas para los yates como las de rompientes en la playa pueden ocurrir en aguas profundas.



      Yo encontré dos de esas olas en la bahía de Lyme muchos años atrás en 16 brazas de profundidad y en su momento las describí como “empinadas como una pared, como una rompiente arrojándose contra la playa”.



      Un registrador de olas del buque faro Daunt, frente a Cork registró en 1969 una ola de 14 metros en 18 brazas de profundidad en un momento que el mar se describió como “encrespado pero no excepcionalmente severo”.



      El hecho es que yates muy pequeños navegan sobre los océanos encontrando la sincronizaciónde grandes olas en las tormentas sin inconvenientes, pero indudablemente hay ciertas formaciones de olas que pueden ser extremadamente peligrosas, una característica que es común a todas las olas anormales es que llegan en forma inesperada en un momento en que todo va bien para el yate y la tripulación está bien y animada a pesar de las severas condiciones hidro-meteorológicas, las dos olas que tomaron al Morning Cloud tienen que haber sido muy anormales en altura y empinamiento, encuadran en el libro “Heavy Weather Sailing” donde un yate puede ser levantado por una ola de estas, quedando debajo de la rompiente y ser lanzado físicamente con gran violencia y rapidez hacia abajo pegando contra el agua delante y debajo de la ola sufriendo considerables daños en su estructura de sotavento al chocar.



      Esto le ha sucedido a numerosos yates de los que se tienen noticias pero los daños registrados se han limitado a roturas de vidrios de ojos de buey, tambuchos arrancados o pérdidas de costados de carroza y el embarque de considerables cantidades de agua frecuentemente a niveles peligrosos, el caso del Morning Cloud el daño causado fue mucho más grave porque se trató de un daño estructural.



      Conclusión:



      Durante el sumario y posterior investigación de las autoridades marítimas inglesas Don Weblett fue absuelto de toda responsabilidad por la muerte de los dos miembros de la tripulación.



      Costas a sotavento: Es preferible aún considerando el hecho de que el Casse Tette IV efectuó la misma travesía sin inconvenientes virar hacia aguas abiertas y no mantenerse cerca de la costa con aguas poco profundas.



      Balsa salvavidas: El cierre de la capota de la balsa era defectuoso debiéndoselo mantener cerrado a mano a consecuencia de eso gran cantidad de agua fue embarcada, sin embargo el pasaje seguro de 5 hombres desde el naufragio hasta una costa de sotavento pasando por las rompientes demuestran el valor de estas balsas.



      Cinturones y líneas de seguridad: La rotura de una línea en el Morning Cloud le costó la vida a uno de sus tripulantes y se han registrado otras fallas en cinturones, mosquetones y automáticos, probablemente el shock inicial a los que son sometidos en emergencias son mayores que lo previsto, nada es más peligroso que el material de seguridad en el que se confía plenamente y luego falla en el momento crucial.



      Tapas de tambuchos: En los barcos de regatas estos deben ser grandes para permitir el pasaje de las velas para facilitar el cambio rápido, en el temporal uno de los tornillos se había descabezado y otros tres se encontraron flojos en el tambucho del Case Tete IV, una avería simple de reparar en condiciones normales pero extremadamente dificultosa en condiciones de temporal si se tiene en cuenta que hay que trabajar en la proa., en cambio en el Morning Cloud la tapa fue arrancada por la segunda ola dejando un agujero de 9 pies cuadrados (un metro) por donde entraba cada ola creando una cascada constante de agua hacia el interior.</t>
      <t></t>

      Comentario


      • #4
        Re: RELATO DE UN NAUFRAGIO

        <r>Guauuuu, Erik, se me han puesto los pelos de punta.....



        Que sangre fría la del armador...no dudo ni un segundo en pedir EVACUACIÓN.



        Realmente habeis vivido una situación límite. Me alegro de que todo quedara en una anécdota para recordar.



        Gracias por el relato.



        <E></E></r>
        <t></t>

        Comentario


        • #5
          Re: RELATO DE UN NAUFRAGIO

          <r>Prefiero navegar sin pensar en estos casos aislados pero que realmente ocurren

          y siempre pensamos que a los demás.

          Visto en esta situación se hará lo que se pueda

          <E></E></r>

          Comentario

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