La Copa América es la competición náutica con las embarcaciones con los diseños y tecnologías más avanzados del mundo, pero dentro de estos factores, el elemento humano es clave para dar la potencia necesaria a los AC75 (monocascos con 'foils' (hidroalas) de 22,90 metros de eslora y 6,2 toneladas de peso) de última generación que van a competir en la 37ª edición en Barcelona a partir de agosto y es factor humano son los llamados 'cyclors', los cuatro tripulantes que generarán potencia a bordo del barco con sus piernas Los 'cyclors' fueron las piezas clave del Emirates Team New Zealand en su victoria en la 35ª edición disputada en Bermudas en 2017, arrollado al Oracle estadounidense por 7-1. Su presencia a bordo del F50 de los neozelandeses fueron una revolución en la Copa. Ese logro tuvo nombre y apellidos español en la figura del madrileño Luis Sáenz Mariscal, de 53 años, considerado el mejor abogado de reglamento náutico del mundo. Fichado por el Team New Zealand para la 35ª edición de la Copa del America que se iba a celebrar en las islas Bermudas en 2017, su extraordinario conocimiento del 'Deed if Gift', compendio de reglas por las que se rige la Copa América desde 1857, le permitió una jugada legal para aplicar un cambio histórico, con la entrada de los 'ciclors' (tripulantes que pedaleaban) en 2017. El Team New Zealand trabajaba, en el secreto más absoluto, para aplicar el sistema de tándem ciclista y la palabra «manual» que aparecía en la regla era fundamental, ya que la norma decía que todos los controles debían ser manuales y que la potencia debía crearse también manualmente. Luis Sáenz Mariscal, entonces asesor jurídico y de reglamento del Team New Zealand realizó una maniobra técnico-legal increíble para poder aceptar los 'cyclors' a bordo de las embarcaciones. Él mismo explicó: En 2014, al año siguiente de la 34ª edición de la Copa en San Francisco y se publicó el reglamentoe de la 35ª edición en Bermudas en 2017, se abrió un periodo de consultas para conocer las opiniones de los desafiantes con el objetivo de aclarar puntos y hacer mejoras en las reglas de la Copa, que se contemplan en el llamado 'Deed of Gift' vigente desde el 9 de julio de 1857 «Cuando un término -continuó el abogado- no está definido en una de las reglas, como era el caso, hay que acudir al diccionario Oxford y éste dice que manual es algo hecho a mano. Yo expuse que desde hacía años en el suelo de las cubiertas de los barcos hay botones para cambiar la marcha de los 'winches' y que esa acción era técnicamente ilegal tal y como estaban escritas las reglas, pues esos botones se estaban controlando con los pies« . Añadió: «planteé establecer una definición específica de manual y propuse que significara humano; que los controles tenían que estar gestionados por un humano. Me contestaron que no, que bastaba con decir que eran acciones realizadas por la tripulación y que no estaban limitadas exclusivamente para las manos». «Entonces me dijeron: »¿Eso te va bien?«. Y les respondi que si; ellos pensaban que estaba hablando de los botones, pero yo estaba pensando en potencia generada con las piernas y esa fue la jugada, además totalmente legal» , concluyó Sáenz Mariscal. Y también importante fue mantener en secreto los planes del Team New Zealand durante casi tres años y ser el último equipo en llegar a Bermudas, lo que impidió que nadie pudiese copiar ese sistema. En la 36ª edición de la Copa en Auckland 2021, los 'cyclors' fueron descartados por el reglamento y han vuelto a ser permitidos en Barcelona. Ahora con una importancia destacable ya que en los AC75 de 2021 habían once tripulantes y en los actuales solo ocho (4 cyclors). Los 'cyclors' o tripulantes que generan fuerza utilizando las piernas (pedaleando), pueden producir entre un 30 y un 40 por ciento más de potencia que los 'grinders' (que lo hacen con los brazos), lo que los hace más eficientes a la hora de manejar las formas de las velas y configurar el barco para un rendimiento óptimo. Disponer a los cuatro 'cyclors' en los fosos en la cubierta del AC75 donde están los sistemas donde generarán la potencia con sus piernas no es sencillo. El reglamento establece que el peso combinado de una tripulación de ocho personas debe estar entre 680 y 700 kilogramos. Dividido en partes iguales, eso significa que cada persona debe pesar entre 90 y 95 kilogramos, aunque los 'cyclors' pueden llegar a los 100 kg. Es muy raro encontrar un ciclista profesional que pese más de 75-80 kilogramos. El sistema de energía del AC75 se carga en un tanque acumulador hidráulico, que almacena la presión generada por los 'cyclors'. La tripulación utiliza un actuador hidráulico para convertir la presión del tanque en fuerza, que a su vez acciona los controles del barco. Cada vez que el barco necesita virar, trasluchar o simplemente ajustar una vela, se necesita potencia. Así, de los 48 'cyclors' que cometirán en la Copa, 22 provienen del remo (entre ellos varios campeones olímpicos y mundiales), 16 de la vela (la mayoría ex grinders), siete del ciclismo (la mayoría de pista o resistencia) y tres del atletismo. Los 'cyclors' son verdaderas baterías humanas y cumplen con los requisitos de resistencia y explosividad. Los remeros y los atletas de CrossFit están todos bien preparados y con una gran capacidad aeróbica. El esfuerzo físico de un 'cyclor' de la Copa América es enorme, aunque se concentre en el tiempo (la duración media de una regata es de unos 20-25 minutos) y por ello es sometido a un intenso entrenamiento específico que, además de maximizar la potencia física, cuida mucho la movilidad para evitar lesiones (los 'cyclors' potencialmente tienen que enfrentarse a dos mangas al día en posiciones incómodas y antinaturales, que ejercen presión sobre las articulaciones), por esto después de cada manga son relevados por otros cuatro ya que en cada manga queman una media de 600 kilocalorias. En el 'American Magic' estadounidense realizan su función mirando hacia la popa del barco, al contrario que los otros equipos. Durante una regata de la Copa América desarrollan hasta una media de unos 2.000 vatios, lo suficiente para iluminar una sala de 50 metros cuadrados; toda esa potencia generada puede ser decisiva para ganar la Copa América.
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