Ver para creer. Le ha bastado una legislatura, y media a «pachas» con Julia Casanueva, para devolver a la Real Federación Española de Vela al barro de la sinvergüencería. ¡Madre mía, Sanz! Los más antiguos del lugar ya sabíamos que Sanz era así. No ha sido ninguna sorpresa. Escalón a escalón fue trepando en el Real Club Náutico de Palma, se hizo con las riendas de la Copa del Rey llevándola a mínimos históricos, logró meterse por la puerta de atrás en la Federación y, ahora, patada hacía arriba a la presidencia de los Puertos de Baleares. Todo sin moverse del sillón. Haciendo magia. Cuando llegó Julia Casanueva a la presidencia de la Federación cambió los estatutos. La santanderina no quería que se pensara que llegaba tras una moción de censura para tener un sueldo durante cuatro años. Los estatutos fueron aprobados por la Asamblea por unanimidad y refrendados por la Comisión Delegada, por entonces, muy dura y seria. «El presidente y los cargos directivos de la RFEV son honoríficos y no darán lugar a retribución alguna, sin perjuicio del abono de los gastos indispensables que se pudieran generar en el estricto desempeño de las funciones que les son propias», rezaba el artículo en cuestión. Ahora, tras aprobación de la Asamblea y refrendo de la Comisión Delegada el artículo pone: «El cargo de Presidente o Presidenta de la RFEV podrá ser remunerado. Para llegar a establecerse una remuneración del citado cargo -y en concreto, el importe de la remuneración-, deberá mediar el acuerdo expreso correspondiente de la Asamblea General, el cual deberá ser adoptado por una mayoría de, al menos, 3/5 partes de los miembros que conforman dicho órgano». Como se puede ver, todo disfrazado. Sanz, para salir aireado de este trance maquiavélico ha optado por mandar a sus dos «perros de presa» que aun mantiene en el Real Club Náutico de Palma para que aireen que es el Consejo Superior de Deportes el que les ha obligado a hacerlo, ya que la mayoría de los presidentes de las Federaciones tienen un sueldo. ¡Mentira! Hay Federaciones cuyos presidentes son altruistas, es más, algunos ponen dinero. Hemos llamado al Consejo Superior de Deportes, y efectivamente… ¡Mentira y gorda! Nadie ha coaccionado, ni ha recomendado, ni ha puesto en valor que sería necesario que el próximo presidente de la Federación de vela tenga sueldo. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, las territoriales quieren a Pepe Martínez, pero creo que al más puro estilo «pucherazo» Pombo va a salir Chimo González Devesa
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