La flota del Real Club Náutico de Vigo sumó a su vasto palmarés nuevos títulos en los 61 Campeonatos del Mundo de Vaurien, disputados esta semana en el puerto del Havre (Francia), en el Canal de la Mancha. Con doce pruebas corridas, el total de las programadas por la organización, y cuatro días muy intensos de competición con el miércoles como día de descanso, entre las 56 tripulaciones de diez países los barcos vigueses volvieron a presentar batalla en todas las categorías. Antonio Pérez, «Tone», y Paloma González, que estrenaban patrocinio (SR360-Clickfer Racing) se proclamaron subcampeones del mundo absolutos (46 puntos netos), solo superados por el italiano Francesco Zampacavallo y el español Carlos Francés (RCN Valencia). Firmaron 32 puntos y tres victorias parciales; además, «Tone» y Paloma se adjudicaron el título mixto. Pedro Salgado y Miguel Viejo fueron los mejores juveniles (y cuartos en la general absoluta) y Paula González y Ana Santirso la mejor tripulación femenina. A sus éxitos se unieron Paula Ríos y Malena Fontán, bronce en un Mundial con muchas tripulaciones mixtas (21) pero muy pocas (cuatro) femeninas. El campo de regatas reservó un tiempo complicado, casi invernal: poco viento, mucha lluvia y muchos roles, una corriente muy fuerte que cambiaba cada hora y que levantaba algas y una ola desordenada de 2 metros. A mayores, la representación viguesa se encontró con «Zampa» y Francés de nuevo intratables, como en Travemunde (Alemania) en 2018. El barco español se situó primero de la general tras la segunda regata y su regularidad ya fue inabordable. Además, «Tone» era castigado en la primera regata con un BFD (fuera de línea, sin posibilidad de correr la manga) que lo lastró todo el campeonato. Por su parte, Pablo Cabello disputaba por vez primera un Mundial con su hija, Teresa, y las condiciones del campo no le favorecieron. «Cumplí el objetivo», dijo. Quería que su hija saltara a otro nivel de competición. Su séptima plaza absoluta les debía haber otorgado el subcampeonato mundial mixto, pero la organización, el SR Havre, extrajo la clasificación mixta de la general, lo que no había publicado ni anunciado en todo el campeonato, y los vigueses pasaron a ser cuartos. Pedro Fernández y Carolina Iglesias (Marítimo de Canido y RCN Rodeira) eran bronce en mixto. Mientras, «Tone» Pérez se quedó otra vez con la plata absoluta. Como en Viana do Castelo 2016, con Santiago Moreno de tripulante; y en Travemunde 2018, con Laura Llópiz. El vigués sigue en la brecha a la caza de un sueño que se le resiste, aunque ya suma tres oros mixtos (2018, Vigo 2022 y este) justo cuando World Sailing valora más ese equilibrio en las tripulaciones. «Un error en la primera manga y una rotura en la octava nos dejaron sin opciones de pelear el título, pero mantuvimos la cabeza alta para poder acabar segundos, en un campo complicadísimo y muy técnico debido a la corriente cambiante y las olas de varias direcciones», dijo el patrón vigués. «Tone» no olvidará este Mundial: durante las mediciones enfermó, corriendo toda la semana con fiebre y garganta inflamada en jornadas de lluvia. Pese a que la flota fue notablemente menor en número que la que navegó en Vigo el verano pasado (85 barcos doce meses atrás, 56 esta vez), la batalla se decidió casi entre los mismos. Cabello, tercero hace un año, no tuvo el barco adecuado en esta oportunidad; «Tone», con Laura Llópiz, había sido cuarto en Vigo y ahora ha regresado al podio, superando ese mal inicio de Mundial con una serie notable y yendo de menos a más (BFD-7-12-2-4-8-1-12-1-2-1-8). La normativa permitía dos descartes con diez o más regatas, y entre jueves y viernes, tres mangas ganadas por el barco vigués le dieron el subcampeonato. En la primera parte del Mundial, los vigueses Nacho Campos y Yolanda Bastos (CD Alagua) habían empezado fuertes (3-9-3-6-3-2), pero en la tercera jornada, de temporal, lluvia y 20 nudos, veintiséis barcos decidieron no salir -habían pedido que el día de descanso fuera el miércoles para evitar el pésimo tiempo y la organización no aceptó-, entre ellos Campos. Y eso los hundió en la tabla. «Zampa» volcó en la séptima, primera de ese día, pero a «Tone» le rompió una ola encima en la octava y se quedó sin opciones de asaltar al italiano. Que el Mundial fue duro también lo demuestra que los italianos Marco Faccenda y Marcello Miliardi, oro en Vigo -defendían cetro-, terminaron quintos (72 puntos netos). Por delante de ellos, Pedro Salgado y Miguel Viejo, otra tripulación con la que el Náutico se asegura el futuro en la clase. Salgado fue oro en el Mundial de Vigo en categoría sub-23. Esta vez navegó con Viejo y repitieron primer puesto. Fueron los mejores en su edad y discutieron a los galos Brieuc Drogou y Daan Stoel (CN Moutiers) la tercera posición absoluta, de la que los gallegos se quedaron a seis puntos (56 por 50 de los franceses). Precisamente la escuadra gala, como anfitriona, dio guerra. Metió un barco en el podio absoluto y se llevó cinco mangas: una Hervé y Francois Drogou (CN Lorient), dos Thibault Vandrot y Nadia El Ghozi (YC Ile de France) y otras dos Francois Xavier Drogou y Caroline Guilloux (CN Moutiers/SRV Annecy), aunque solo Hervé y Francois, sextos, entraron en el Top Ten. Los irlandeses Tim Corcoran y Brendan Brogan, que fueron baja de última hora en Vigo, completaron la serie de vencedores de regatas con un triunfo en la tercera.
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