<img align="left" src="https://static1.abc.es/media/deportes/2023/02/24/xammar-kTME--620x349@abc.jpeg">Lo veníamos escuchando ya hace tiempo de la boca del gran jefe de Sail GP, Russell Coutts. No podemos decir que no se podía prever ni que no iba a ocurrir. Pues bien, ya ha ocurrido, Diego Botín se ha hecho cargo de la caña del Victoria, el barco español del circuito Rolex Sail GP y Jordi Xammar, hasta ahora el gran capo del proyecto junto a María del Mar Ros, está en la calle.
Ahora, la culpa resulta que fue de «cha, cha, cha». Nadie se hace responsable de este gran desprecio a una parte del patrimonio de la vela olímpica española. Todos echan las culpas a Coutts, como instigador del cambio de patrón del barco español, pero Russell Coutts es un gran empresario con una gran visión de negocio en la vela mundial y siempre va a barrer para los números positivos de su balance.
El equipo español es muy joven, quizás demasiado para acometer una empresa de este calibre, y echar las culpas de los malos resultados sobre las espaldas de Xammar es una canallada. Se ha producido el cambio y ni siquiera la agencia de comunicación del equipo ha dicho la verdad. Jordi y María del Mar se han marchado callados, al igual que sus compañeros de equipo, que se han quedado sin mover una sola ceja en favor de los defenestrados. En fin, ellos verán, pero intuir a estas alturas que un cambio de patrón va a maquillar los resultados se me antoja una falacia. En este circuito navegan los mejores regatistas del mundo, los capos de la vela de élite, de la Copa América y los nuestros no son más que aspirantes a todo.
La Federación Española, con su cabeza visible al frente, Javier Sanz, ha estado callada las tres temporadas en las que lleva participando el equipo español en el circuito. Esto que ha pasado, podría pasar y ha pasado, lo que ahora puede que genere un mal rollo en el equipo preolímpico español. Botín y Xammar son probablemente los dos regatistas más capacitados para traer un oro de París. Entre ellos siempre ha habido un gran colegueo y muchas ganas de colaborar. Ahora no sé cómo están las cosas, pero mi experiencia con los regatistas me dice que no estarán muy bien.
De momento Xammar se ha paseado con Nora, su compañera de 470, por los Games Internacionales de Lanzarote y eso me indica que el «león» está herido y con ganas de comerse lo que se le ponga por delante. A pesar de lo ocurrido con Sail GP y con la inoperancia de la Federación, Xammar debe centrarse en demostrar que es uno de los mejores patrones del mundo trayendo la medalla de oro de París. Ya tendrá tiempo de dedicarse a hacer mariconadas con los distintos negocios de la vela mundial. A Xammar le esperan muchos triunfos y lo mejor, si él quiere, será uno de los patrones más cotizados de la clase maxi.
Más...
Ahora, la culpa resulta que fue de «cha, cha, cha». Nadie se hace responsable de este gran desprecio a una parte del patrimonio de la vela olímpica española. Todos echan las culpas a Coutts, como instigador del cambio de patrón del barco español, pero Russell Coutts es un gran empresario con una gran visión de negocio en la vela mundial y siempre va a barrer para los números positivos de su balance.
El equipo español es muy joven, quizás demasiado para acometer una empresa de este calibre, y echar las culpas de los malos resultados sobre las espaldas de Xammar es una canallada. Se ha producido el cambio y ni siquiera la agencia de comunicación del equipo ha dicho la verdad. Jordi y María del Mar se han marchado callados, al igual que sus compañeros de equipo, que se han quedado sin mover una sola ceja en favor de los defenestrados. En fin, ellos verán, pero intuir a estas alturas que un cambio de patrón va a maquillar los resultados se me antoja una falacia. En este circuito navegan los mejores regatistas del mundo, los capos de la vela de élite, de la Copa América y los nuestros no son más que aspirantes a todo.
La Federación Española, con su cabeza visible al frente, Javier Sanz, ha estado callada las tres temporadas en las que lleva participando el equipo español en el circuito. Esto que ha pasado, podría pasar y ha pasado, lo que ahora puede que genere un mal rollo en el equipo preolímpico español. Botín y Xammar son probablemente los dos regatistas más capacitados para traer un oro de París. Entre ellos siempre ha habido un gran colegueo y muchas ganas de colaborar. Ahora no sé cómo están las cosas, pero mi experiencia con los regatistas me dice que no estarán muy bien.
De momento Xammar se ha paseado con Nora, su compañera de 470, por los Games Internacionales de Lanzarote y eso me indica que el «león» está herido y con ganas de comerse lo que se le ponga por delante. A pesar de lo ocurrido con Sail GP y con la inoperancia de la Federación, Xammar debe centrarse en demostrar que es uno de los mejores patrones del mundo trayendo la medalla de oro de París. Ya tendrá tiempo de dedicarse a hacer mariconadas con los distintos negocios de la vela mundial. A Xammar le esperan muchos triunfos y lo mejor, si él quiere, será uno de los patrones más cotizados de la clase maxi.
Más...