<img align="left" src="https://static4.abc.es/media/deportes/2022/12/06/MarceloniBotn3-km6F--620x349@abc.jpg">La 37 será su cuarta Copa América desde 2007 cuando empezó con Team New Zealand. Luego trabajó con Luna Rossa, lideró el diseño de American Magic y ahora el de Alinghi para la edición 2024 en Barcelona.
¿Qué le llevó a cambiar de American Magic al equipo Alinghi?
Primero porque el Alinghi es un equipo europeo y la próxima será en Barcelona. Eso lo hace más fácil para nosotros. Los horarios, la idiosincrasia cultural y la proximidad geográfica con nuestra oficina de Santander nos facilita la vida. Además, con Ernesto (Bertarelli) tenemos una relación desde hace años. Hemos hablado muchas veces de la Copa, de los barcos…. En la anterior edición estuvo muy interesado en el proceso de elección del barco, cuando se hablaba que el monocasco sustituiría al catamarán y estuvimos hablando antes de que yo entrara en American Magic.
¿Qué sea Alinghi un equipo nuevo le hizo dudar para incorporarse?
En absoluto. Para mí lo más importante es disfrutar de los tres años de tu vida que vas a dedicar al proyecto. Son muchas horas de trabajo y si no estás contento es muy duro. Encontrar un buen ambiente y que me dejaran organizar mi propio equipo de diseño fue determinante. Empezar de cero, con una hoja en blanco es otro estímulo.
¿Qué le está pareciendo el actual Alinghi respecto al de 2007?
Yo no sé cómo era el equipo anteriormente, en Valencia yo estaba con New Zealand y no me fijaba mucho en los demás. El actual Alinghi es un equipo básicamente nuevo, solo mantiene una parte pequeña de su estructura anterior, además está asociado a Red Bull que son dos culturas diferentes. Aunque Red Bull no haya estado tan involucrado en Copa América tiene una gran experiencia en equipos deportivos de motorsport con alta tecnología.
¿Cómo funcionan las sinergias con todo el equipo de Red Bull?
Básicamente, son muchos campos en los que nos pueden ayudar, pues aunque diseñar barcos y coches sean cosas distintas, tienen muchos puntos en común. Las herramientas de diseño son muy similares, como para la aerodinámica o el cálculo de estructuras, aunque las escalas sean distintas. Cuando les pedimos ayuda, si ellos pueden lo hacen. Hay un aprendizaje que debemos transmitirles porque no están acostumbrados a los barcos, y eso es un problema porque requiere tiempo y aquí las cosas van muy rápidas. A veces hay que decidir si tenemos el tiempo suficiente para esperar su ayuda. Algunos ingenieros de Red Bull han venido a trabajar con nosotros desde el principio, y con ellos este problema de la comprensión de los barcos ya no es un problema. Algunos de ellos están fijos en la base y otros van y vienen. Por otra parte, Red Bull tiene unos laboratorios de pruebas muy especializados a nuestra disposición que son muy útiles para nosotros, nos evitan tiempo y gastar dinero en montarlos.
¿Se benefician ustedes de la tecnología de simulador de Red Bull?
Sí, aunque la física de un barco y un coche no tienen nada que ver. Nosotros tenemos que hacer cálculos en tiempo real mientras que ellos lo hacen de otra manera. Pero su tecnología y software sí nos aportan mucho. También en otros campos, como sistemas y electrónica donde ellos están muy avanzados.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de ellos?
Sobre todo, sus instalaciones de Milton Keynes (UK). En la vela soñaríamos con tener algo parecido. A diferencia de un equipo de AC, ellos tienen su base siempre allí. Van y vienen a los grandes premios, pero el equipo tiene allí su sede permanente de trabajo. Nuestras bases son itinerantes en función de la sede donde se disputa la AC.
¿Van a diseñar y construir un prototipo de 40 pies?
De momento no, tendremos dos AC 40 que nos serán muy útiles para probar alguna solución y para que la tripulación pueda entrenarse en match race.
¿Vio en el AC 75 que compraron a los kiwis alguna solución que le llamara la atención?
Realmente no nos encontramos nada que no supiéramos. Conocíamos sus sistemas y otras cosas, no hubo sorpresas.
¿El viento de Barcelona les está dando muchos dolores de cabeza?
Hasta ahora casi siempre hemos tenido viento para navegar en el campo de regatas de Barcelona. Las olas son un factor nuevo respecto a ediciones anteriores, especialmente es un desafío cuando el viento sopla del este durante varios días seguidos. Algunos días será difícil competir, con olas de más de un metro de altura las cosas se complican mucho. El periodo de la ola es de solo cuatro segundos, son olas muy puntiagudas y si esta ola de fondo es de distinta dirección a la del viento el desafío es aún mayor. A nivel de diseño hemos de jugar con las estadísticas de las condiciones de la sede para lograr un barco competitivo en todo el rango previsto, y ahora en la ecuación entra la incógnita del oleaje que antes no existía. Otra tentación es optimizar el barco para las condiciones más frecuentes y aprender a navegar el barco cuando éstas sean distintas a las elegidas para diseñar el barco. En el diseño me parece muy importante que los sistemas funcionen bien y sean eficaces para responder a los inputs de los navegantes, pues navegar con olas es más difícil para ellos.
Me pareció ver algún video donde navegaban con los dos foils en el agua
Se trataría de alguna transición o la pre / post maniobra. No te olvides que es una tripulación nueva que está aprendiendo a navegar estos barcos, y en algunos días con olas grandes las cosas requieren más tiempo. Es cuestión de tiempo que la tripulación se acostumbre y perfeccione tanto las maniobras como la navegación en rumbo fijo. En American Magic nos sucedió lo mismo, es un proceso de aprendizaje que debemos superar. Es un problema de horas, hacerlo es relativamente fácil, lo difícil es hacerlo muy bien y siempre. Se parece al golf, hay que tener un buen swing y ser consistente cada vez que se golpea la bola.
Cambio de regla con barco más ligero y foils más grandes
El barco volará antes y en este sentido es más fácil nuestro trabajo. El mayor tamaño de los foils sí que condiciona su diseño respecto a antes. Los barcos no serán más lentos y creo que evitaremos regatas como algunas que vimos en Auckland, que fueron algo patéticas y penosas.
¿Cómo se trasladan las pruebas de un AC 40 al barco grande?
No tenemos previsto usar el AC 40 para probar muchas cosas, alguna sí, pero serán pocas.
¿Fecha prevista para navegar en el nuevo AC 75?
Sin entrar en detalles, seguro que será en 2024, pero no se la fecha exacta. Todavía no hemos tomado la decisión de la fecha concreta, tenemos margen para decidirlo. Por una parte, quieres tener el barco en el agua cuanto antes, nuestro barco actual es de primera generación y el nuevo será de tercera, lo que supone un gran cambio. Por otra parte, siempre es una tentación retrasar el máximo posible el tiempo de diseño, y tú ya sabes cuál es mi origen, (risas).
Pero ahora usted no solo es el diseñador del barco, sino el responsable absoluto del diseño en Alinghi.
(Más risas) Ahora mi punto de vista es distinto. Objetivamente, está claro que se aprende más navegando el barco que en la oficina. La clave es saber el momento óptimo. Desde que tenemos el diseño definitivo tardamos entre 10 y 12 meses en construir el barco. Es mucho tiempo porque estos barcos son muy muy complicados. Construir el caparazón de carbono no necesita mucho tiempo, pero montar todos los sistemas y comprobarlos requiere mucho más tiempo que en otro tipo de barco.
¿Veremos muchas evoluciones en las velas?
En los sistemas de control de las velas veremos muchos cambios, y en las velas evolucionará la forma de la mayor. Habrá evolución, pero no revolución. Será interesante ver distintas soluciones en la botavara. En la anterior edición Luna Rossa tenía su sistema debajo de la cubierta y American Magic tenía botavara. También cambia que los foques son auto virantes. Ahora tampoco hay burdas, por lo que la geometría de velas y mástil es diferente. La tensión del stay se ajustará con el cunningham del foque y con la escota de la mayor. Esta mayor carga afecta al entramado estructural de las velas.
¿Alguna sorpresa?
Menos que los que hubo entre los barcos de primera y segunda generación, la evolución es menor a medida que surgen nuevas generaciones en cualquier tipo de barco, los diseños van convergiendo. Veremos buenas ideas, pero dudo que algo sea realmente sorprendente. Esta vez, con un solo barco nuevo permitido, hay que dar en la diana o te vas a casa muy pronto (risas).
Respecto a los monocascos antiguos AC 70, ¿ahora tiene más importancia el diseño respecto a la tripulación?
En la anterior edición navegamos y competimos tan poco que es muy difícil saberlo con certeza. En 2020 todo el mundo hacía lo mismo en las pre salidas, pero las posibilidades son infinitas, se pueden hacer muchas más cosas de las que vimos en Auckland. Tal vez la mayor facilidad de foilear ayude a ello, unos de los problemas anteriores era parar el barco. Creo que veremos cosas nuevas. Es difícil decir si ahora el barco tiene más importancia, pero pienso que la tripulación ahora es más importante. En 2007, el barco que lideraba tenía mucho ganado. Estos nuevos son mucho más rápidos y encontrar un nudo más de viento en el campo de regatas es muy importante. Ya vimos cómo en Auckland Luna Rossa fue más lento que Team New Zealand pero fue capaz de ganar regatas gracias a que navegaron mejor.
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¿Qué le llevó a cambiar de American Magic al equipo Alinghi?
Primero porque el Alinghi es un equipo europeo y la próxima será en Barcelona. Eso lo hace más fácil para nosotros. Los horarios, la idiosincrasia cultural y la proximidad geográfica con nuestra oficina de Santander nos facilita la vida. Además, con Ernesto (Bertarelli) tenemos una relación desde hace años. Hemos hablado muchas veces de la Copa, de los barcos…. En la anterior edición estuvo muy interesado en el proceso de elección del barco, cuando se hablaba que el monocasco sustituiría al catamarán y estuvimos hablando antes de que yo entrara en American Magic.
¿Qué sea Alinghi un equipo nuevo le hizo dudar para incorporarse?
En absoluto. Para mí lo más importante es disfrutar de los tres años de tu vida que vas a dedicar al proyecto. Son muchas horas de trabajo y si no estás contento es muy duro. Encontrar un buen ambiente y que me dejaran organizar mi propio equipo de diseño fue determinante. Empezar de cero, con una hoja en blanco es otro estímulo.
¿Qué le está pareciendo el actual Alinghi respecto al de 2007?
Yo no sé cómo era el equipo anteriormente, en Valencia yo estaba con New Zealand y no me fijaba mucho en los demás. El actual Alinghi es un equipo básicamente nuevo, solo mantiene una parte pequeña de su estructura anterior, además está asociado a Red Bull que son dos culturas diferentes. Aunque Red Bull no haya estado tan involucrado en Copa América tiene una gran experiencia en equipos deportivos de motorsport con alta tecnología.
¿Cómo funcionan las sinergias con todo el equipo de Red Bull?
Básicamente, son muchos campos en los que nos pueden ayudar, pues aunque diseñar barcos y coches sean cosas distintas, tienen muchos puntos en común. Las herramientas de diseño son muy similares, como para la aerodinámica o el cálculo de estructuras, aunque las escalas sean distintas. Cuando les pedimos ayuda, si ellos pueden lo hacen. Hay un aprendizaje que debemos transmitirles porque no están acostumbrados a los barcos, y eso es un problema porque requiere tiempo y aquí las cosas van muy rápidas. A veces hay que decidir si tenemos el tiempo suficiente para esperar su ayuda. Algunos ingenieros de Red Bull han venido a trabajar con nosotros desde el principio, y con ellos este problema de la comprensión de los barcos ya no es un problema. Algunos de ellos están fijos en la base y otros van y vienen. Por otra parte, Red Bull tiene unos laboratorios de pruebas muy especializados a nuestra disposición que son muy útiles para nosotros, nos evitan tiempo y gastar dinero en montarlos.
¿Se benefician ustedes de la tecnología de simulador de Red Bull?
Sí, aunque la física de un barco y un coche no tienen nada que ver. Nosotros tenemos que hacer cálculos en tiempo real mientras que ellos lo hacen de otra manera. Pero su tecnología y software sí nos aportan mucho. También en otros campos, como sistemas y electrónica donde ellos están muy avanzados.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido de ellos?
Sobre todo, sus instalaciones de Milton Keynes (UK). En la vela soñaríamos con tener algo parecido. A diferencia de un equipo de AC, ellos tienen su base siempre allí. Van y vienen a los grandes premios, pero el equipo tiene allí su sede permanente de trabajo. Nuestras bases son itinerantes en función de la sede donde se disputa la AC.
¿Van a diseñar y construir un prototipo de 40 pies?
De momento no, tendremos dos AC 40 que nos serán muy útiles para probar alguna solución y para que la tripulación pueda entrenarse en match race.
¿Vio en el AC 75 que compraron a los kiwis alguna solución que le llamara la atención?
Realmente no nos encontramos nada que no supiéramos. Conocíamos sus sistemas y otras cosas, no hubo sorpresas.
¿El viento de Barcelona les está dando muchos dolores de cabeza?
Hasta ahora casi siempre hemos tenido viento para navegar en el campo de regatas de Barcelona. Las olas son un factor nuevo respecto a ediciones anteriores, especialmente es un desafío cuando el viento sopla del este durante varios días seguidos. Algunos días será difícil competir, con olas de más de un metro de altura las cosas se complican mucho. El periodo de la ola es de solo cuatro segundos, son olas muy puntiagudas y si esta ola de fondo es de distinta dirección a la del viento el desafío es aún mayor. A nivel de diseño hemos de jugar con las estadísticas de las condiciones de la sede para lograr un barco competitivo en todo el rango previsto, y ahora en la ecuación entra la incógnita del oleaje que antes no existía. Otra tentación es optimizar el barco para las condiciones más frecuentes y aprender a navegar el barco cuando éstas sean distintas a las elegidas para diseñar el barco. En el diseño me parece muy importante que los sistemas funcionen bien y sean eficaces para responder a los inputs de los navegantes, pues navegar con olas es más difícil para ellos.
Me pareció ver algún video donde navegaban con los dos foils en el agua
Se trataría de alguna transición o la pre / post maniobra. No te olvides que es una tripulación nueva que está aprendiendo a navegar estos barcos, y en algunos días con olas grandes las cosas requieren más tiempo. Es cuestión de tiempo que la tripulación se acostumbre y perfeccione tanto las maniobras como la navegación en rumbo fijo. En American Magic nos sucedió lo mismo, es un proceso de aprendizaje que debemos superar. Es un problema de horas, hacerlo es relativamente fácil, lo difícil es hacerlo muy bien y siempre. Se parece al golf, hay que tener un buen swing y ser consistente cada vez que se golpea la bola.
Cambio de regla con barco más ligero y foils más grandes
El barco volará antes y en este sentido es más fácil nuestro trabajo. El mayor tamaño de los foils sí que condiciona su diseño respecto a antes. Los barcos no serán más lentos y creo que evitaremos regatas como algunas que vimos en Auckland, que fueron algo patéticas y penosas.
¿Cómo se trasladan las pruebas de un AC 40 al barco grande?
No tenemos previsto usar el AC 40 para probar muchas cosas, alguna sí, pero serán pocas.
¿Fecha prevista para navegar en el nuevo AC 75?
Sin entrar en detalles, seguro que será en 2024, pero no se la fecha exacta. Todavía no hemos tomado la decisión de la fecha concreta, tenemos margen para decidirlo. Por una parte, quieres tener el barco en el agua cuanto antes, nuestro barco actual es de primera generación y el nuevo será de tercera, lo que supone un gran cambio. Por otra parte, siempre es una tentación retrasar el máximo posible el tiempo de diseño, y tú ya sabes cuál es mi origen, (risas).
Pero ahora usted no solo es el diseñador del barco, sino el responsable absoluto del diseño en Alinghi.
(Más risas) Ahora mi punto de vista es distinto. Objetivamente, está claro que se aprende más navegando el barco que en la oficina. La clave es saber el momento óptimo. Desde que tenemos el diseño definitivo tardamos entre 10 y 12 meses en construir el barco. Es mucho tiempo porque estos barcos son muy muy complicados. Construir el caparazón de carbono no necesita mucho tiempo, pero montar todos los sistemas y comprobarlos requiere mucho más tiempo que en otro tipo de barco.
¿Veremos muchas evoluciones en las velas?
En los sistemas de control de las velas veremos muchos cambios, y en las velas evolucionará la forma de la mayor. Habrá evolución, pero no revolución. Será interesante ver distintas soluciones en la botavara. En la anterior edición Luna Rossa tenía su sistema debajo de la cubierta y American Magic tenía botavara. También cambia que los foques son auto virantes. Ahora tampoco hay burdas, por lo que la geometría de velas y mástil es diferente. La tensión del stay se ajustará con el cunningham del foque y con la escota de la mayor. Esta mayor carga afecta al entramado estructural de las velas.
¿Alguna sorpresa?
Menos que los que hubo entre los barcos de primera y segunda generación, la evolución es menor a medida que surgen nuevas generaciones en cualquier tipo de barco, los diseños van convergiendo. Veremos buenas ideas, pero dudo que algo sea realmente sorprendente. Esta vez, con un solo barco nuevo permitido, hay que dar en la diana o te vas a casa muy pronto (risas).
Respecto a los monocascos antiguos AC 70, ¿ahora tiene más importancia el diseño respecto a la tripulación?
En la anterior edición navegamos y competimos tan poco que es muy difícil saberlo con certeza. En 2020 todo el mundo hacía lo mismo en las pre salidas, pero las posibilidades son infinitas, se pueden hacer muchas más cosas de las que vimos en Auckland. Tal vez la mayor facilidad de foilear ayude a ello, unos de los problemas anteriores era parar el barco. Creo que veremos cosas nuevas. Es difícil decir si ahora el barco tiene más importancia, pero pienso que la tripulación ahora es más importante. En 2007, el barco que lideraba tenía mucho ganado. Estos nuevos son mucho más rápidos y encontrar un nudo más de viento en el campo de regatas es muy importante. Ya vimos cómo en Auckland Luna Rossa fue más lento que Team New Zealand pero fue capaz de ganar regatas gracias a que navegaron mejor.
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