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<img align="left" src="https://static2.abc.es/media/deportes/2022/04/27/akea1-k7bD--620x349@abc.png">Arkéa, actor principal del patrocinio deportivo ya presente desde hace varios años en las regatas oceánicas, se convierte, en nombre de todas las filiales del grupo Crédit Mutuel Arkéa, en patrocinador principal de las dos próximas ediciones de la primera vuelta al mundo Ultim en solitario organizada por el OC Sport Pen Duick. Reunirá a los patrones de la clase Ultim 32/23, que reúne a los mejores navegantes del mundo y a los multicascos oceánicos más innovadores y exigentes. Un extraordinario reto humano y tecnológico que sin duda hará que la regata y sus regatistas entren en el panteón de la vela.<iframe width="510" height="400" src="https://www.youtube.com/embed/B1f41fBMbPc" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
Cinco barcos se han inscrito ya en esta regata excepcional y podrían ser siete "gigantes de los mares" los que partan de Brest, con un patrón en solitario a bordo, que intentarán completar una vuelta al mundo de Oeste a Este, pasando por los tres cabos (Buena Esperanza, Leewin y Hornos). Un desafío humano y tecnológico llevado a cabo por los navegantes de la Clase Ultim 32/23.
Algunos navegantes ya han completado el recorrido en multicasco y en solitario: Francis Joyon, Dame Ellen MacArthur, Thomas Coville, François Gabart; sobre todo en el marco de los récords de la vuelta al mundo en solitario, pero ninguno de ellos lo ha hecho nunca en regata.
Solos, en sus multicascos gigantes, durante 40 o 50 días, los patrones estarán sometidos a variaciones extremas de las condiciones meteorológicas y tendrán que enfrentarse al viento, las olas, el oleaje y el hielo. Las altas presiones, los sistemas de vientos bajos y las bajas, que suelen ser el origen de los vientos fuertes, marcarán la vida de los navegantes a bordo e influirán en las estrategias de trayectoria adoptadas.
La vuelta al mundo a vela es sobre todo un periplo climático: el descenso del Atlántico, la travesía del Océano Índico y luego del Océano Pacífico hasta volver a dirigirse al norte remontando el Atlántico...
Inicialmente entre Brest y el Cabo de Buena Esperanza, el recorrido está jalonado por el paso de un hemisferio a otro a través de los "Doldrums", también conocidos como "Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT)". La atmósfera de esta zona es una mezcla de masas de aire cálido y húmedo transportadas por los vientos alisios del Alto de las Azores, en el Atlántico Norte, y del Alto de Santa Elena, en su equivalente meridional. Generan un viento inestable en el que se alternan las calmas eternas y los chubascos tormentosos sin ninguna lógica real, lo que exige una vigilancia aún mayor en esta primera parte de la regata para salir de esta trampa lo antes posible.
Luego viene la parte más larga y difícil, que consiste en aprovechar los fenómenos meteorológicos que vienen del oeste para deslizarse entre Buena Esperanza y el Cabo de Hornos a través del Cabo Leeuwin. Esta travesía de los dos océanos del hemisferio sur, el Índico y el Pacífico, constituye tres quintas partes de la vuelta al mundo en solitario. Requiere que los navegantes mantengan su trayectoria en un tren de viento en popa mientras se enfrentan a una serie de perturbaciones impulsadas por potentes vientos del noroeste, el paso de frentes con borrascas y cambios de viento helado, sin ser absorbidos por las condiciones anticiclónicas... Una situación heterogénea que plantea grandes exigencias tanto a los navegantes como a los multicascos voladores.
Finalmente, el paso del legendario Cabo de Hornos marca el regreso a Brest, con unas 8.000 millas por recorrer para llegar al puerto de llegada. Antes, los navegantes tendrán que enfrentarse a la altura de Santa Helena, a las bajas tormentosas de Brasil, a los Doldrums, a los vientos alisios del hemisferio norte y a las posibles bajas del Atlántico, lo que exigirá una concentración extrema de los regatistas hasta que crucen la tan esperada línea de meta en el puerto de Brest.
Por ahora están inscritos cinco Ultim 32/23: «Actual» (patrón Yves Le Blevec), «Banque Populaire XI» (patrón Armel Le Cléac'h), «Maxi Edmond de Rothschild» (patrón Charles Caudrelier), «Sodebo Ultim 3» (patrón Thomas Coville) y «SVR-Lazartigue» (patrón François Gabart, posee récord vuelta al mundo en solitario en 42 días 16 h 40 min 35 s); y hay un posible sexto participante «Brest Ultim Sailing» (¿patrón?) pero poco más se sabe.
Esta vuelta al mundo en solitario denominada "ARKEA ULTIM CHALLENGE - Brest" será sin duda una regata de gran envergadura, única en su género y que pondrá de manifiesto los valores que comparten los regatistas, el organizador y los patrocinadores: emoción, determinación y humildad.
Arkéa se compromete con los promotores locales y la economía real para apoyar los eventos en el corazón de sus territorios. Por lo tanto, era importante apoyar el lanzamiento de un nuevo gran evento deportivo a través de esta asociación, que promete poner a Brest y a toda la región en el punto de mira. Arkéa quiere ser un constructor de vínculos y era obvio que el Grupo, con un fuerte arraigo regional, estuviera al lado de la ciudad de Brest, la Región de Bretaña y el Departamento de Finistère, que son socios importantes y apoyan al Grupo.
Julien Carmona, Presidente de Crédit Mutuel Arkéa: "Arkéa apoya los eventos deportivos que se ajustan a sus valores humanos y cooperativos y a su gusto por la innovación. El pasado y el futuro del grupo están estrechamente relacionados con Brest y su ciudad. Por lo tanto, era natural que Arkéa uniera fuerzas con los actores locales para apoyar el lanzamiento de una nueva regata de la clase Ultim en Brest. También pretendemos aumentar nuestro apoyo a la economía marítima en su transición hacia los retos de hoy y de mañana. La nueva asociación de Arkéa con el OC Sport Pen Duick es, por tanto, parte integrante de este compromiso”.
Loïg Chesnais-Girard, Presidente de la Región de Bretaña: "Una vez más, Bretaña participará en la creación de una nueva página en la historia de las regatas náuticas al inaugurar la primera vuelta al mundo en la clase Ultim. Siempre es un orgullo lanzar estos nuevos retos y un privilegio presenciarlos desde la primera fila. La rivalidad entre estos gigantes ultrarrápidos de los mares promete ser un espectáculo excepcional y una competición sin precedentes, que también pondrá de relieve las proezas técnicas que permite este sector de vanguardia, que combina el desarrollo tecnológico y el deporte de alto nivel”.
Patricia Brochard, Presidenta de la Clase Ultim 32/23: "La Clase Ultim 32/23 lleva años alimentando esta ambición de ver a sus fantásticas máquinas dar la vuelta al planeta, en solitario. Este extraordinario proyecto es ahora una realidad. Estamos encantados porque ha sido un largo camino para llegar hasta aquí. Territoires du Grand Ouest, socio titular a partir de ahora, y cada uno de nosotros, junto con el organizador OC Sport Pen Duick, ya sólo podemos centrarnos en un objetivo: su éxito. Todo está preparado para conseguirlo”.
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Cinco barcos se han inscrito ya en esta regata excepcional y podrían ser siete "gigantes de los mares" los que partan de Brest, con un patrón en solitario a bordo, que intentarán completar una vuelta al mundo de Oeste a Este, pasando por los tres cabos (Buena Esperanza, Leewin y Hornos). Un desafío humano y tecnológico llevado a cabo por los navegantes de la Clase Ultim 32/23.
Algunos navegantes ya han completado el recorrido en multicasco y en solitario: Francis Joyon, Dame Ellen MacArthur, Thomas Coville, François Gabart; sobre todo en el marco de los récords de la vuelta al mundo en solitario, pero ninguno de ellos lo ha hecho nunca en regata.
Solos, en sus multicascos gigantes, durante 40 o 50 días, los patrones estarán sometidos a variaciones extremas de las condiciones meteorológicas y tendrán que enfrentarse al viento, las olas, el oleaje y el hielo. Las altas presiones, los sistemas de vientos bajos y las bajas, que suelen ser el origen de los vientos fuertes, marcarán la vida de los navegantes a bordo e influirán en las estrategias de trayectoria adoptadas.
La vuelta al mundo a vela es sobre todo un periplo climático: el descenso del Atlántico, la travesía del Océano Índico y luego del Océano Pacífico hasta volver a dirigirse al norte remontando el Atlántico...
Inicialmente entre Brest y el Cabo de Buena Esperanza, el recorrido está jalonado por el paso de un hemisferio a otro a través de los "Doldrums", también conocidos como "Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT)". La atmósfera de esta zona es una mezcla de masas de aire cálido y húmedo transportadas por los vientos alisios del Alto de las Azores, en el Atlántico Norte, y del Alto de Santa Elena, en su equivalente meridional. Generan un viento inestable en el que se alternan las calmas eternas y los chubascos tormentosos sin ninguna lógica real, lo que exige una vigilancia aún mayor en esta primera parte de la regata para salir de esta trampa lo antes posible.
Luego viene la parte más larga y difícil, que consiste en aprovechar los fenómenos meteorológicos que vienen del oeste para deslizarse entre Buena Esperanza y el Cabo de Hornos a través del Cabo Leeuwin. Esta travesía de los dos océanos del hemisferio sur, el Índico y el Pacífico, constituye tres quintas partes de la vuelta al mundo en solitario. Requiere que los navegantes mantengan su trayectoria en un tren de viento en popa mientras se enfrentan a una serie de perturbaciones impulsadas por potentes vientos del noroeste, el paso de frentes con borrascas y cambios de viento helado, sin ser absorbidos por las condiciones anticiclónicas... Una situación heterogénea que plantea grandes exigencias tanto a los navegantes como a los multicascos voladores.
Finalmente, el paso del legendario Cabo de Hornos marca el regreso a Brest, con unas 8.000 millas por recorrer para llegar al puerto de llegada. Antes, los navegantes tendrán que enfrentarse a la altura de Santa Helena, a las bajas tormentosas de Brasil, a los Doldrums, a los vientos alisios del hemisferio norte y a las posibles bajas del Atlántico, lo que exigirá una concentración extrema de los regatistas hasta que crucen la tan esperada línea de meta en el puerto de Brest.
Por ahora están inscritos cinco Ultim 32/23: «Actual» (patrón Yves Le Blevec), «Banque Populaire XI» (patrón Armel Le Cléac'h), «Maxi Edmond de Rothschild» (patrón Charles Caudrelier), «Sodebo Ultim 3» (patrón Thomas Coville) y «SVR-Lazartigue» (patrón François Gabart, posee récord vuelta al mundo en solitario en 42 días 16 h 40 min 35 s); y hay un posible sexto participante «Brest Ultim Sailing» (¿patrón?) pero poco más se sabe.
Esta vuelta al mundo en solitario denominada "ARKEA ULTIM CHALLENGE - Brest" será sin duda una regata de gran envergadura, única en su género y que pondrá de manifiesto los valores que comparten los regatistas, el organizador y los patrocinadores: emoción, determinación y humildad.
Arkéa se compromete con los promotores locales y la economía real para apoyar los eventos en el corazón de sus territorios. Por lo tanto, era importante apoyar el lanzamiento de un nuevo gran evento deportivo a través de esta asociación, que promete poner a Brest y a toda la región en el punto de mira. Arkéa quiere ser un constructor de vínculos y era obvio que el Grupo, con un fuerte arraigo regional, estuviera al lado de la ciudad de Brest, la Región de Bretaña y el Departamento de Finistère, que son socios importantes y apoyan al Grupo.
Julien Carmona, Presidente de Crédit Mutuel Arkéa: "Arkéa apoya los eventos deportivos que se ajustan a sus valores humanos y cooperativos y a su gusto por la innovación. El pasado y el futuro del grupo están estrechamente relacionados con Brest y su ciudad. Por lo tanto, era natural que Arkéa uniera fuerzas con los actores locales para apoyar el lanzamiento de una nueva regata de la clase Ultim en Brest. También pretendemos aumentar nuestro apoyo a la economía marítima en su transición hacia los retos de hoy y de mañana. La nueva asociación de Arkéa con el OC Sport Pen Duick es, por tanto, parte integrante de este compromiso”.
Loïg Chesnais-Girard, Presidente de la Región de Bretaña: "Una vez más, Bretaña participará en la creación de una nueva página en la historia de las regatas náuticas al inaugurar la primera vuelta al mundo en la clase Ultim. Siempre es un orgullo lanzar estos nuevos retos y un privilegio presenciarlos desde la primera fila. La rivalidad entre estos gigantes ultrarrápidos de los mares promete ser un espectáculo excepcional y una competición sin precedentes, que también pondrá de relieve las proezas técnicas que permite este sector de vanguardia, que combina el desarrollo tecnológico y el deporte de alto nivel”.
Patricia Brochard, Presidenta de la Clase Ultim 32/23: "La Clase Ultim 32/23 lleva años alimentando esta ambición de ver a sus fantásticas máquinas dar la vuelta al planeta, en solitario. Este extraordinario proyecto es ahora una realidad. Estamos encantados porque ha sido un largo camino para llegar hasta aquí. Territoires du Grand Ouest, socio titular a partir de ahora, y cada uno de nosotros, junto con el organizador OC Sport Pen Duick, ya sólo podemos centrarnos en un objetivo: su éxito. Todo está preparado para conseguirlo”.
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